Isn't The Same ♡Jameson♡

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Esa semana, James debía ir a Las Vegas para cerrar un negocio. La compañía para la que trabajaba lo había enviado pues llevaba varios años allí. Francesca no estaba muy de acuerdo al principio, ¿Una reunión en Las Vegas? ¿La ciudad del pecado? No se lo creía, hasta que confirmo con Kirk, el jefe de James.

Hetfield preparaba sus maletas para el viaje de trabajo, empaco lo necesario y se dispuso a ir al aeropuerto, le agradaba que la empresa lo enviara lejos pues últimamente Fran se estaba poniendo un tanto mandona y controladora.

Al llegar a la terminal aérea se topo con los compañeros que lo acompañarían, la mayoría le caían bien a excepción de Mustaine que era un pesado.

- Hetfield, amigo. Listo para irnos de putas tan pronto lleguemos - expreso el colorado dándole una palmada en la espalda al rubio.

- Claro, lo que digas Dave - dijo un James exasperado.

Ya en el avión, el ojiazul decidió ver una película para que nadie lo molestara en el transcurso del viaje. Unas horas después llegó, todos los hombres de negocios fueron llevados al hotel en el que se hospedarían, se les asignó su respectiva habitación y se les recordó la reunión del otro día. No era mucho lo que debía hacer, solo desayunar con unos inversionistas y mostrarles el proyecto que había enviado su jefe.

James dejo sus maletas y recordó lo que el colorado le había dicho:

Ir de putas no suena mal, Fran no tiene porque saberlo.

De todos modos la que se hacia llamar su esposa lo estaba engañando, el lo sabía pero no le había reclamado nada, por ahora.

Se cambio y se puso algo menos formal, luego de eso salio en busca de un taxi que lo llevara a algún casino. Pronto el vehículo se estacionó frente a una puerta de vidrio, James bajo y vio el nombre del lugar "Gold Star" entro en el y fue hasta la barra.

- Quiero un whiskey en las rocas, por favor - pidió el rubio.

- En un momento señor - menciono el bar tender.

Pronto el trago de James fue servido, nunca había estado en un casino por lo que no sabia muy bien que hacer así que decidió preguntarle al chico que le acababa de servir.

- Disculpa...- busco su nombre en la plaquita de su uniforme - Jason, te seré sincero es mi primera vez en un lugar como este y no tengo idea de que hacer.

El muchacho sonrió y por alguna razón James se sintió extraño.

- Bueno señor...

- James, dime James.

- James, le aconsejo que vaya al show de bailarinas siempre hay una temática diferente, o si se le mide a los juegos de azar puede ganar buen dinero.

- Creo que lo pensare - mentira, al de ojos azules le causaba curiosidad aquel chico de cabello alborotado y quería charlar un poco mas con él

- Perdoneme que se lo diga pero se nota que es un turista.

- Y que fue lo que me delato.

- El hecho de que no tiene a dos mujeres bajo cada brazo además de que esta aquí hablando conmigo.

Hetfield sonrió y bebió de su vaso, relamiéndose los excesos de licor de sus labios cosa que Jason no paso desapercibida y no supo porque pero sintió un calor en su vientre bajo.

- Tienes razón, necesitare alguien que me muestre, no crees? - James no se había dado cuenta del tono sugerente que estaba usando, o tal vez si.

- Su...Supongo que si - Jason por su lado estaba muy nervioso pues la manera en que le hablaba aquel hombre le ponía el corazón a mil.

- ¿A que hora terminas tu turno?

El menor se sorprendió pues era claro que eso era una especie de propuesta y no pudo evitar sonrojarse, miro su reloj para percatarse de la hora.

- Salgo en 15 minutos - pero aunque quiso sonar seguro su respuesta fue más un balbuceo.

- Entonces esperare aquí.

Jason solo sonrió y se alejó a servir los últimos tragos de la noche, en todo momento con la mirada del rubio sobre el. Su turno termino y fue a recoger sus cosas a los vestidores, allí se encontró con Lars, su amigo.

- Oh Jase estoy jodidamente cansado, incluso tengo cortes en los dedos.

- Pues deberías dejar de intentar lucirte al momento de barajar las cartas - agrego el castaño.

- Como sea, vayamos a casa ya tengo sueño.

- Tendrás que irte solo hoy Lars.

- ¿Qué? ¿Por qué?

En ese momento el ojigris se sintió algo nervioso, sabia que si le contaba al danés que se iría con alguien este enloqueceria. Así que prefirió mentir.

- Uhm, bueno es que llevamos meses acá y yo no conozco del todo bien las Vegas así que daré un recorrido por ahí, solo.

- Okey, espero sepas llegar a casa tu solo no pienso tener que ir a buscarte.

- No tienes porque preocuparte.

Luego de eso ambos se despidieron, Jason se acerco hasta la barra donde estaba el ojiazul, toco su brazo levemente y este volteo con una sonrisa seductora.

- ¿Nos vamos?

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Muy bien primer capitulo...