Una noche en mi cuarto me puse a mirar hacia afuera de mi ventana, contemple las estrellas mientras dejaba a mis pensamientos divagar un poco por las penumbrosas sombras de mi mente. La brisa de la luna acariciaba las partes de mi cuerpo que estaban al descubierto: mi rostro, mis hombros, mis brazos, mis pies. Me aferraba con mas fuerza a las cobijas y sentía como mis labios no dejaban de temblar. De repente las estrellas y las luces de la ciudad se veían borrosas, mis mejillas estaban empapadas.
Suspire mientras cerraba mis ojos. Sentí un peso en mi pecho, un vacío que consumía todo mi cuerpo. Podia quedarme toda la noche sollozando su perdida mientras que pensaba como ahi estaba la luna preocupándose de mi, pero por mas bonito que sonora eso, la luna no podia hacer nada, mucho menos las personas.
Me obligue a levantarme para tomar un bano caliente, me servi un poco de vino y deje sonar un disco de los nuestros. Nada convencional. tutee un poco ya que la banera estaba mas caliente de lo normal, pero deje que mi cuerpo de relajara bajo el agua. De repente desee que tu fueras así, que tu recuerdo se sumergiera entre las aguas, que dejaras de existir, de doler tanto, de aparecer en mi mente a cada rato, quise que dejaras de atormentarme de una vez por todas.
Ahi estaba yo, viviendo una pesadilla muy común. Y por mas que quiera que te vayas y desaparecieras, incluso que nunca te hubieras cruzado en mi camino ya que el dolor por el cual estaba pasando es mas doloroso de lo que yo puedo soportar. Pero, muy en el fondo, no quise que te fueras nunca, me alegro de tu existencia, de nuestros caminos cruzándose, de haber vivido algo tan real en un siglo donde eso parece estar extinguido.
Si, a veces, de vez en cuando, aun me atormenta haberte dejado ir. No haber luchado mas por que se que habían muchas mas fuerzas para pelear contra todo un ejercito, pero la cobardía y. el miedo fueron dos contrincantes demasiado astutos.
Sin embargo, con el tiempo aprendi que fuiste parte de un proceso de enseñanza. Lo nuestro tenia que ocurrir para así poder continuar nuestros caminos, y no eran los mismo.
"Por eso tu siempre serás mi bendición y mi martes 13." susurre a la Luna, como quien le cuenta un gran secreto a su mejor amiga.
Y puedo sonar paranoica pero la luna y yo nos parecemos mas de lo que cualquier humano se podría imaginar.
