Na Jaemin vive enamorado de su roommate, pero solo puede escribir sus sentimientos en pequeñas cartas que guarda en su preciado cajón.
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homosexual.
¡!es mi primer fic nomin, espero sea de agrado.
🍓fluff
{terminada}
Jeno se encontraba ordenando su solitario departamento. Después del rompimiento que tuvo con su actual ex pareja, Renjun, limpiar era lo que le parecía lo mejor.
La última habitación que le faltaba era ordenar era la que alguna vez fue la de Jaemin.
Después de su mudanza no se dignó a pasar a ella, por alguna razón le dolía. Pero hoy le parecía lo más justo, porque la mugre ahí sería inmensa.
Pasaba la escoba por cada rincón y un trapo por los muebles llenos de polvo, pero en eso encontró un cajón que al parecer no había sido vaciado.
Cartas.
El cajón estaba lleno de ellas y la curiosidad mató al muchacho.
Tras leer todas con delicadeza, sus ojos terminaron húmedos y transmitían tristeza.
El chico se preguntaba si Jaemin aún mantenía esos sentimientos, pero no perdía nada intentando obtener una respuesta.
Tomó dinero y un papel donde tenía la dirección del nuevo departamento del castaño. Sí, había robado aquel papel de las manos del casero de su departamento.
Bajó las escaleras y tomó el primer taxi que pasó por la pista, le dictó la dirección y en cuestión de minutos se encontraba frente a un edificio color gris.
Entró, saludó al portero y subió rápidamente por las escaleras ya que el elevador le parecía una opción lenta.
Una vez estando frente a la puerta del chico que podría rechazarlo empezó a dudar, sus manos empezaron a sudar al igual que su frente y su corazón se agitó más de lo que ya estaba por el esfuerzo antes hecho.
Pero la puerta se abrió de repente.
Ambos se miraron desconcentrados, pero la sorpresa era mayor por parte del menor.
- Creo que por fin las encontraste.
Jeno solo asintió cabizbajo y al notar que el menor sonrió, sus mejillas empezaron a arder.
- Jeno, no importa si no sientes lo mismo, ¿sabes? Está bien, no te puedo obligar...
Los labios de ambos por fin se habían tocado y las sensaciones eran iguales para los dos. Eran movimientos tiernos, suaves y temerosos.
Jeno por fin había dado el primer paso.
Él había deseado haber besado a Jaemin mucho antes, pero el problema era que temía al rechazo de su imposible amor, Jaemin.
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