EL Fin del Origen

El motor de transposición se detuvo de golpe, pero nadie lo sintió, nadie lo escucho, sin embargo todos supieron que algo no estaba bien, el primero en notarlo fue el capitán, su reacción fue menos que elegante, la impresión hizo que su corazón diera un brinco, demasiado fuerte para su edad, se rompió, al igual que la elegante taza donde se había servido su delicado té ingles; eso no hubiera importado si, como la gran mayoría de la gente se hubiera sometido a una operación de regeneración: los millones de nanobots médicos, y la medicina genómica lo hubiera puesto en tan optimas condiciones como a un joven del siglo veintiuno, pero no, el viejo era uno de los pocos fósiles sobrevivientes del obscurantismo.

Muchos de los mas jóvenes pilotos bromeaban sobre su edad y de cómo la compañía todavía le permitía ser capitán, decían que lo mas seguro era que lo debían de haber sacado de un sueño criogénico, no se explicaban porque alguien tan viejo seguía en servicio activo.

Pero este no era momento de bromas o comentarios sarcásticos, los oficiales, pilotos así como el resto del personal corrían de un lado a otro en la centro de mando de la inmensa nave, ordenes eran emitidas y las respuestas no eran nada alentadoras.

"No hay nada que pueda hacer" decía la imagen holográfica del Ingeniero en Jefe desde la sala de maquinas

"¡como demonios que no puedes hacer nada!" Jarec le grito enfurecido, el joven primer oficial oscilaba entre la sorpresa y la ira, sus ojos cibernéticos, fríos e inexpresivo no reflejaban la frustración que le producía aquella respuesta.

"No a menos que tenga un Condensador de Tachyones entre los repuestos" le respondió

"¡cuando de una respuesta a un superior se referirá a el como Señor!" grito Veder, como sargento primero, debía mantener las cosas en orden y eso significaba que la cadena de mando y el respeto se mantuvieran, en especial bajo tensión y en momentos de crisis.

"lo lamento Señor" corrigió de inmediato el Ingeniero en Jefe "parece ser que el Condensador de Tachyones simplemente desapareció, Señor"

"¿QUE?" pregunto Jarec sorprendido ante la respuesta, pero todos en la centro de control también la habían escuchado y suspendiendo un momento sus actividades miraban la imagen holográfica, incrédulos.

"¿quiere decir que el condensador fue destruido o exploto?" lo cuestiono Veder, mientras apartaba de su frente un mechón de su largo, lacio y sedoso cabello verde; como siempre sospechaba, siempre paranoica, desde la guerra.

"No Señor, eso no fue lo que quise decir, Señor" respondió el ingeniero en jefe, una gota de sudor escurrió por su frente, su reacción natural fue la de limpiarse con el dorso de su mano, pero con los nervios olvido que lo hacia con el brazo que tenia el implante cibernético, manchado de grasa y solo consiguió untársela en la frente.

"Señor, lo que digo es que el condensador simplemente no esta, desapareció, Señor"

Jarec y Veder se miraron en silencio por un momento, las mismas dudas en sus mentes.

"vamos para allá" le informo Jarec y volteando a ver a la joven coordinadora de azafatas "esto va a demorar mas de lo que todos quisiéramos, tendrá que hacer algo para entretener a los pasajeros"

La joven se quedo allí, de pie frente a el, no tenia un verdadero cargo militar, pero todo el personal estaba considerado como parte de las fuerzas armadas durante el viaje; su rostro expresaba claramente que no tenia ninguna idea de que hacer bajo esas circunstancias.

"y...y ¿que debo hacer?" pregunto con expresión vacía

Veder suspiro, exasperada, era obvio que la joven coordinadora había llegado a ese puesto por su belleza y no por su intelecto, la miro de arriba abajo, era una perfecta muestra de las ventajas de someterse a un proceso de retransformación: piernas largas y estilizadas se unían a unas bien formadas caderas, seguidas por una minúscula cintura, imposible de obtener bajo circunstancias normales, pero lo que mas le desagradaba era el busto y la cara de la joven, todo su cuerpo era perfecto. Tal vez no era su cuerpo original, pero aun así era orgánico...a diferencia del suyo.