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Todo empezó un día nublado en su primer año de escuela primaria. Yanan caminaba emocionado rumbo al salón que la señorita de la puerta, de cabello muy bonito por cierto, le había indicado. No podía esperar por hacer nuevos amigos y poner en práctica todo lo que había aprendido sobre el coreano.

Siendo chino, el pequeño niño había vivido en su país natal hasta los 6, cuando su padre recibió un ascenso que requería su estadía en Corea y el hombre no tuvo más reparo que viajar con toda su familia. Fue entonces cuando Yanan comenzó a estudiar coreano, dedicándose a eso por todo un año.

Ahora, a la edad de 7 años, y sin ningún amigo en el país, no tenía otro deseo más que conocer a niños de su edad y jugar con ellos.

Tocando la puerta una vez para pedir permiso, Yanan giró la perilla e ingresó a la habitación. Era relativamente pequeña comparada con su nueva habitación, que dicho sea de paso, era enorme para un pequeño niño, pero de eso se daría cuenta más tarde.

Observó cada detalle del salón, desde la mesa frente a la gran pizarra verde, hasta las carpetas acomodadas de dos en dos. Las pizarras en las paredes con papeles pegados y las macetas que adornaban las esquinas de las ventanas.

En la parte posterior había dos enormes muebles con cajones, Yanan supuso que sería donde debía guardar sus materiales.

La maestra lo recibió con una enorme sonrisa. "Que bueno conocerte An, tus papás me han contado mucho de tí" Yanan asintió. " Debes estar ansioso por comenzar, llegaste muy temprano. Los primeros niños deben llegar en unos minutos, ven, siéntate a mi lado". Palmeó la carpeta junto a ella. "Te los voy a presentar cuando lleguen".

Y así fue, poco a poco fueron ingresando más y más niños, unos más pequeños que otros, algunas niñas iban con coletas, otras tenían el pelo suelto, algunos niños llevaban gorra y otros no. La maestra le nombraba a cada uno mientras entraban y tomaban asiento. Sin embargo Yanan estaba algo perdido, no se acostumbraba a los nombres coreanos, algunos se le mezclaban y temía decirlos mal. Seguía escuchando en silencio hasta que un nombre llamó su atención.

"Junhui, Wen Junhui, ¡oh! Te puedes llevar muy bien con él, también es chino, estoy segura de que pueden ser buenos amigos, es un niño muy responsable, algo inquieto pero muy dulce" la mestra comentó. "Mira allá, está entrando Lee Jihoon, es un niño muy tranquilo como tú, le gusta la música y casi siempre se queda esperando a sus padres mientras me hace compañía al final de las clases, él también puede ser un buen amigo para ti" Yanan se congeló en su asiento, quería recordar cada uno de sus nombres y dirigirse a ellos con confianza, pero aún se le hacía un poco difícil hablar fluído ¿qué tal si los ofendía o se burlaban de él?

La maestra continuó, casi para calmarlo. "Bueno, lo ideal es que todos sean tus amigos pero no podemos apurar las cosas, vamos de poquito en poquito ¿sí? "

"Sí"

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"Bien niños, hecha la presentación, espero que todos lo hagan sentir cómodo y le den una buena bienvenida"

La maestra le dio un pequeño empujoncito.

Él miró a sus compañeros y se inclinó. "Gracias, espero llevarme muy bien con todos ustedes".

"Bueno, como An es nuevo, pienso que sería conveniente asignarle a un compañero guía, alguien que pueda ayudarlo si no entiende algo ¿alguno de ustedes quiere ofrecerse como voluntario?"

Para su sorpresa unos cuatro niños levantaron la mano.

"Así me gusta, niños, siempre con la buena intención de ayudar" La maestra observó a los estudiantes por unos segundos antes de hablar. " Junhui espero poder contar contigo para que An se sienta cómodo estando acá"

I LIKE YOU - JUNAN (SEVENTEEN JUN / PENTAGON YANAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora