Prólogo

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Desconocida

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“en los jardines de la memoria, en el palacio de los sueños. Ahí es donde tú y yo nos veremos”.-Sombrerero loco
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(Tn)-chan...

Se removió bajo aquellas sábanas sintiendo frío de repente, abrazándose a si misma.

El cielo pintado de esos colores cálidos al atardecer con las nubes creando surcos en colores rosa, rojo y naranja pero el sol se llevaba toda la atención al relucir su color de un llamativo rojizo mezclado con naranja. La brisa hacia bailar mi cabello levemente y note que me encontraba sentada en un columpio, en un parque desierto.

Frunció su ceño ligeramente dando vueltas en aquella cama aferrándose a la almohada que tenía al lado. No podía describir el sentimiento de vacío y tranquilidad que le invadió en ese instante.

Y ante mi vista ya no se encontraba el pintoresco paisaje del atardecer sino que el cuerpo de alguien. Alguien que usa una camisa blanca, carente de corbata, con un saco, que parecía de esos elegantes que usas para un tipo de gala, de color negro, el pantalón en cambio poseía un color gris o violeta claro, no lograba distinguirlo con claridad, y finalmente zapatos, también de esos elegantes, del mismo color negro oscuro que el saco.

Lo extraño, no era para nada su forma de vestir, era, en realidad, el acelerado latir de mi corazón que me hacía temer en que cualquier momento se saliera de mi pecho.

Su expresión se relajo al igual que el agarre en la almohada, sin embargo, aquellos sentimientos mezclados no habían desaparecido.

Alcé mi vista con toda la tranquilidad del mundo logrando conectar de apoco con un par de orbes que te hacían pensar directamente en aquel paisaje que veía instantes atrás. Parecían cobres, por instantes dorados, pero tenían lo suficiente como para cautivarme a tal punto de no poder apartar mi mirada de sus ojos.

Bajando la vista note la sonrisa, mostrando unos bonitos dientes blancos en los cuales sobresalían unos caninos. Su mano se extendió hacia mi, su mirada reflejaba anhelo, confianza y melancolía. Mi corazón parecía lamentar esto último.

—confía en mí (tn)-chan.-hablo manteniendo esa sonrisa que se había vuelto ladeada.-no te dejare sola, lo prometo.

Su cabello pelirrojo, de un rojo tan intenso que te hacía pensar que en realidad era teñido, brillo con los últimos rayos del sol alumbrandolo a su espalda. Tome su mano llena de confianza y mis labios se separaron, pronunciando un nombre que me resultaba extraño y familiar a la vez.

arigato, karma-kun.

Abrió sus ojos lentamente, parpadeando un par de veces para esclarecer su visión, una vez pudo ver con claridad se encontró viendo un techo decorado como si fuese el mismísimo cielo azul con las nubes blancas. Se sentó en la cama girando su mirada por toda la habitación. Las paredes tenían pintadas un realista bosque de otoño al atardecer, el escritorio en una esquina en color negro cerca de la ventana, arriba tenía una lámpara, lo que parecía ser un ordenador portátil con libros apilados a su lado y varias hojas esparcidas. En la otra esquina se hallaba el ropero, alto y grande, con colores que combinaban perfectamente con el decorado de las paredes. Un espejo y tocador serían lo último contando la mesita de noche que tenía a un lado de la cama donde está. El resto eran retratos los cuales ahora inspecciona con ojos extraños.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2019 ⏰

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Kara No Kokoro (2da temporada de noroidesu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora