Cualquiera que viera a las hermanas Fray diría que son las chicas "inalcanzables" de la Universidad. Athenea y Abby son mellizas, la suposición es que sean parecidas, pero no, Athenea es pelirroja y de piel blanca y suave como terciopelo, mientras que Abby es morena y castaña. Athenea asiste a la escuela de cocina, mientras que Abby a la Facultad de Derecho. Ambas son atractivas, cada una tiene lo suyo. Pero todos y todas babean por Abby. Es la chica número 1 en la lista de muchos, pero es una pena que a ninguno le haga caso. Mientras que Athenea no está en la lista de nadie, acaba de entrar a la universidad para tomar una maestría y varios cursos sobre alimentos y nutrición. Sus expectativas con los chicos son muy altas. No espera liarse con ninguno de la universidad.
Abby es alocada, Athenea es centrada. Abby intenta que su hermana no la defraude en la fiesta que dan las fraternidades al comenzar el curso. Athenea intenta por todos los medios no ir. Abby llama a Athena pidiendo ayuda a mitad de la noche, y Athenea va en su búsqueda, lo que Athenea no pensó ni en un millón de veces que se toparía en esa fiesta con el chico que sería su delirio y tormento. Gibson.
Gibson Blake. No es un chico malo, tampoco un chico bueno, es como un demonio con la belleza de un ángel según las chicas calenturientas de la universidad. Todos y todas lo adoran, excepto una persona. Y eso hará que pierda la cabeza por esa chica.
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