Prologo.

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Abby Fray.

Estoy atontada y se podría decir que algo excitada, mañana es 10 de septiembre y comienzan las clases en la universidad, el primer año fue difícil pero todo esfuerzo vale la pena. Pero no estoy emocionada por volver a clases, las clases para mí son como un paseo, muy fácil. Es porque mi querida hermanita accedió a la sugerencia de papá que tomara unos cursos avanzados en la universidad, eso quiere decir que iremos juntas, es la mejor noticia del año.

–Atheeeeee –grito entrando a su habitación. – ¿Es cierto?

Athenea me mira con cara de odio, esa chica nunca va a cambiar, muy perfecta, muy correcta. Muy estructurada, como sea, la amo. Toma un suspiro y medita si responde o no.

– ¿Si es cierto qué cosa? –contraataca. Sus respuestas frías como siempre.

–Que accediste a los cursos extras y que probablemente termines estudiando nutrición –digo emocionada. –Dormirás en el campus. ¡OH DIOS MIO POR FIN SALDRAS DE CASA!

–No dormiré en el campus, son sólo cursos "avanzados" "extras" –responde fría. –O como quieran llamarlos. Lo de la carrera aún me lo pienso. No te emociones mucho.

La miro con el ceño fruncido. Por qué tiene que ser taaaaaan seria, centrada, en su mundo. Si no fuera por lo guapa que es, sería una chica horrible. Es mi hermana, lo sé. Igual tenía que decirlo.

– ¿Por qué tienes que hacerlo todo tan difícil? –digo resignada. –Ya casi me voy al campus. Habrá fiesta y alcohol mañana por la noche para celebrar la entrada a clases. ¿Quieres ir?

La miro esperanzada, suplicándole que diga que sí. Pero sabemos muy bien su respuesta, aun así tenía que invitarla.

–Ya te dije Abigail, son solo cursos avanzados, nada que yo no sepa –se alaga a sí misma. –No dormiré en el campus, no por ahora. Iré, lo veré, y si tiene mi aprobación a un 80% mínimo, considerare estudiar allí Nutrición.

–Que tu escuela de cocina haya sufrido un especie de ataque y tarden un año en reconstruirla no es nuestra culpa Athenea –le digo con rabia. –En fin, tú eres la que se pierde la diversión. Adiós.

Mi comentario parece no afectarle. Ni se da cuenta que me fui dando un portazo. Desde que salimos de la secundaria Athenea se encerró en su carrera, está dispuesta a todo tipo de sacrificio. Desde pequeña tuvo una destreza increíble en la cocina, eso es lo que más ama. Tanto así que se inscribió en el instituto culinario a los 16 años, es como un campus universitario solo que de cocina y comida. Estuvo allá por 2 años, aún le faltan 4 para terminar. Iba a ser promovida a 3 año, pero no sucedió. No porque no fuera buena, solo que el campus se incendió por un accidente y por los momentos están suspendidas las actividades. Hace un mes volvió, y se encerró en su habitación maldiciendo todo. Se volverá loca si no sale de casa.

Al bajar las escaleras me encuentros con mis padres, esperando ambos una buena notica, pero no. Por mi cara se dan cuenta y se decepcionan. De algún modo u otro lo sabían. Athenea había salido de su habitación sólo para cocinar, comer, bañarse y volver a su habitación.

–Bueno, al menos lo intentaste –dice mi madre, sonriendo triste.

–Sii yupiii –digo con sarcasmo. – ¿Seguros que no es adoptada? Esta loca, mamá en serio estoy preocupada.

– ¿Y si le pedimos ayuda a Noah? Es su mejor "amigo" o ¿novio? –sugiere papá. –No creo que ella se niegue a verlo.

–Mientras ustedes consiguen una alternativa para sacarla de su habitación –digo algo molesta. –Me iré adelantado al campus. Mañana comienzan las clases y tengo mucho que desempacar allá. Los amo. Me llaman cualquier cosa ¿sí?

ElectroshockWhere stories live. Discover now