BTS - RELATOS CORTOS DE TODOS LOS SHIPS

namjin

"Namjoon mira este" le dijo Jin mientras señalaba un cuadro. Namjoon se acercó donde estaba Jin y le agarró por la cintura, para que los dos pudieran ver el cuadro a la vez. Era su décima cita y Namjoon sentía que ya estaba enamorado y así lo sentía Jin. Las diez citas que habían tenido, las habían pasado en museos. A Jin parecía que le encantaba sacar fotos de Namjoon con los cuadros detrás para decirle "Una obra de arte y a su lado un cuadro" cosa que siempre hacía sonrojar a Namjoon. A los dos les encantaba pasar horas haciendo ver que miraban cuadros cuando en realidad , se miraban el uno al otro.
Se habían conocido gracias a una coincidencia, algunos pensarían que era el destino. En cambio, a ellos les gustaba pensar que todo lo que habían hecho en su vida les había servido para llegar a ese momento.

Una semana antes

A Namjoon no le sonó el despertador ese lunes o al menos él no lo escuchó. Namjoon sabía que todo era culpa de Jimin y Hoseok, que lo habían arrastrado a esa fiesta dónde se pasó con la bebida. Tenia un dolor de cabeza insoportable pero no podía faltar a esa entrevista tan importante, así que se vistió en tres minutos y se lavó la cara en uno, para salir corriendo después.

A Jin en cambio, le sobraba el tiempo. Le encantaban los lunes por que eran una manera de comenzar una nueva rutina. Iba andando por la calle, tranquilamente, bebiéndose un café, como hacía siempre. Los pájaros, cantaban, el sol le calentaba la cara y él sentía que nada podia arruinar ese día. Jin se fijó en una tienda de la calle de enfrente, vendían bollos de chocolate y a Jin se le antojaron muchísimo. Así que cruzó la calle. Estaba a punto de entrar cuando de repente alguien chocó contra él haciéndole caer al suelo.
"Dios, perdóname, no te he visto" Jin levantó la mirada para encontrarse a un hombre alto, con el pelo desaliñado, ropa visiblemente arrugada y con unos cuántos papeles entre los dos brazos. "Te ayudo a levantarte" el hombre le ofreció la mano pero Jin se levantó sin su ayuda. "Ve con cuidado la próxima vez" Jin le dijo, tratando de no sonar muy severo. Namjoon asintió y se fue corriendo después.

Namjoon corrió hasta llegar al sitio dónde le habían citado. Era un edificio enorme y no pudo evitar sentirse intimidado. Namjoon se vio en el reflejo de las ventanas del edificio e intentó arreglarse el pelo para después entrar. Una vez dentro, se encontró con un escaparate y una recepcionista. Le preguntó donde tenía que ir para que le hicieran la entrevista para el puesto de guía del museo y la mujer le miró, extrañada, seguidamente miró al reloj que llevaba en la muñeca y le volvió a mirar. "Ha llegado una hora antes, señor" Namjoon se quedó perplejo pero intentó disimularlo. "Oh...ya, por supuesto. Es que quería asegurarme de estar a tiempo" Namjoon le sonrió esperando que la mujer se lo hubiera creído. "Bueno, sea como sea, el entrevistador aún no ha llegado así que tendrá que esperar en su despacho" la mujer le indicó donde estaba y Namjoon se dirigió hacia allí. La habitación estaba en la novena planta así que prácticamente se podia ver toda la ciudad por las enormes cristaleras. Se sentó en una silla y esperó. Esperó y esperó pero nadie llegaba así que pensó que si curioseaba se le pasaría el tiempo mas rápido. Y así lo hizo. Empezó a mirar cada rincón de la habitación, al principio sin tocar, pero a ver que todo estaba tan ordenado, le entró la necesidad de desordenarlo. ¿Como alguien podía tenerlo todo tan limpio? Hasta parecía que medía la posición donde estaban las cosas puestas en su escritorio por si alguien las movía, volverlas a poner exactamente dónde estaban. Namjoon se fijó en la silla que había detrás del escritorio. Parecía muy cómoda. Namjoon miró la hora en su teléfono. Aún faltaba media hora para que fuera la entrevista así que supuso que no pasaría nada si probaba que tan cómoda era. Así que se sentó. Y también supuso que no pasaría nada si ponía los píes encima del escritorio, como había visto en tantas películas. Supuso que no pasaría nada hasta que la puerta se abrió y del susto, cayó al suelo. Escuchó unos pasos acercarse y solo alzó la mirada para ver una mano extendida. Él la tomó y le ayudó a levantarse. Pero Namjoon casi se cae otra vez cuándo ve a quien le pertenece esa mano.

Jin no pudo evitar poner los ojos en blanco cuándo vio que a quien tenia que entrevistar era el mismo hombre con el que se había chocado antes. "Así que tu eres Namjoon, que casualidad" Namjoon se puso rojo de inmediato "Dios mío lo siento muchísimo, es que he llegado una hora antes y no sabía que hacer y he pensado que sentarme en su silla sería cómodo, por cierto es comodísima, y bueno también lo siento por lo de antes, pensaba que llegaba tarde...pero ha resultado que no" Namjoon se calló después de hablar durante un buen rato y agachó la cabeza. "Bueno, pues si ya has acabado... puedes sentarte en esa silla de ahí, esa es en la que te tendrías que haber sentado des del principio" Namjoon asintió y se sentó rápidamente. "Ya se que no hemos empezado con buen pie, pero como entrevistador, solo puedo evaluar lo que ocurra dentro del horario de la entrevista, así que puedes cagarla todo lo que quieras hasta que sean las 10" Namjoon levantó la cabeza y sonrío "Oh- así que aún no estamos en la entrevista?" Jin negó con la cabeza."En ese caso.... ¿puedo preguntarte algo?" Jin se inclinó hacía delante con curiosidad. "Te escucho". Namjoon se aclaró la garganta antes de preguntar. "Esto da miedo" Jin se quedó perplejo. "Eso no es una pregunta, pero ¿como que da miedo?"
"Tenerlo todo tan bien puesto, tan milimétrico, seguro que te pasas horas ordenándolo todo" Jin se río, tuvo que hacerlo, que clase de hombre era aquel? Parecía vergonzoso pero a la vez no tenía pelos en la lengua. "Así que también has curioseado por mi despacho mientras yo no estaba" Namjoon volvió a agachar la cabeza. "Tenerlo todo controlado me gusta, me gusta saber que puedo tener mis cosas como yo quiero, cosas que he conseguido yo con esfuerzo, cosas que he comprado con mi dinero" Namjoon no entendió nada de lo que dijo pero cada palabra que dijo le llegó. "Bueno, me ha gustado mucho hablar contigo pero me temo que son las diez ya." Namjoon se puso de un salto con la espalda recta, cogiendo una postura adecuada. "Oh... entonces me presento, me llamo Namjoon. Estudié arte en la universidad de-"
"Contratado"
"¿Perdón?" A Namjoon se le abrió la boca sin querer.
"No hace falta que te presentes, estas contratado" Jin sonrió y firmó unos papeles que tenía en la mesa. Namjoon no se lo podía creer. "Ah- entonces me voy ya o...?" Dijo, levantándose de la silla.
"Si, te puedes ir pero antes, quiero tener una cita contigo"
Namjoon casi se ahoga con el aire que estaba respirando. "Estoy bastante seguro de que eso es ilegal" Jin esta vez no se sorprendió con el comentario. "Yo creo que no, teniendo en cuenta que ya te he contratado..." Jin le sonrió. "Ah bueno... en ese caso..."

El caso fue que después de esa desastrosa entrevista se fueron a ver el museo donde ahora trabajaría Namjoon. El caso fue, que estuvieron horas paseando por ese museo, Jin haciéndole fotos al otro chico, fotos que después colgaría en twitter. El caso fue, que se pasaron muchas horas más hablando de sus vidas, conociéndose. El caso fue, que Jin supo des de la primera vez que vio a Namjoon que era especial. El caso fue que estuvieron hablando durante horas sobre aquella enorme casualidad. El caso fue que los dos estuvieron de acuerdo en que eso no era el destino, eso no estaba escrito. Pero, que hubiera pasado si Namjoon no hubiera salido de fiesta la noche anterior, ¿habría pensado que llegaba tarde a la entrevista?. Y Jin, si no hubiera mirado esa tienda donde vendían bollos, ¿Namjoon se habría chocado con él?. Ninguno de los dos lo sabía, y aún que estuvieron de acuerdo en que el destino no existía, los dos sabían que eso les habría tenido que pasar, tarde o temprano. Ellos dos estaban destinados a estar juntos.