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__ Señora Margaret, ¿sería muy imprudente preguntar por ese señor que aparece en esta foto con usted? –pregunto Flor girándose a ella-

Las dos habían quedado en pasar una tarde juntas para hornear, ninguno de sus hijos sabían de esta reunión y mucho menos su esposo, los 4 se decidieron dar una tarde de hombres, Lucas como buen samaritano invito a Mike para que fuera con ellos; Margaret se acerca a ella y sonríe.

__ Ese señor que aparece en esta foto junto a mí, es mi hermano mayor. Su nombre era Mario.

__ ¿era? –la miro confusa- ¿falleció?

__ Si, en un accidente de tránsito.

__ Vaya, lo siento por preguntar señora Margaret –dejo la foto en su lugar- realmente lo siento.

__ No te preocupes –comento la mujer- Ha pasado bastante tiempo desde ese accidente, pero no por eso deja de doler como el momento en el cual me entere.

__ Debió de ser difícil para usted, ¿no es así?

__ Lo sigue siendo. Ven, hablemos un momento, Florecita. -Al escucharla decirle así no dudo en sonreír y negar, las dos se sentaron en el sofá y Margaret limpio sus manos de su pantalón y la observo- Tuve una adolescencia parecida a la tuya con respecto a la relación de Mike.

__ ¿su padre la agredía físicamente? –pregunto rápidamente sorprendida-

__ No cariño –negó con pesar- pero mis padres no aceptaban que mi hermano fuera homosexual.

__ ¿lo dice de verdad? –Ella asintió- ¿usted lo defendía?, ¿sufría maltratos ya sea por parte de su familia o compañeros?

__ Sí, siempre defendía a mi hermano igual que tú. Mis padres nunca aceptaron que el fuera gay porque eran muy cerrados, mis demás hermanos tampoco pudieron ponerse de parte de Mario y fue por eso que mis padres lo echaron de la casa, él se independizo muy joven, dejo de estudiar para así empezar a trabajar, y eso me dolía muchísimo porque él quería convertirse en un doctor reconocido, recuerdo cuando me decía "Mi pequeña Margarita, cuando tengas a tus hijos, seré yo quien te asista en el parto, todos mis sobrinos los recibiré yo, y no me importara ningún reglamento" –lagrimas amenazaban por salir- yo lo ayudaba también económicamente, me iba al departamento que estaba rentando y limpiaba, cocinaba, pasaba la tarde en su hogar mientras él llegaba; en su trabajo lo explotaban físicamente y eso me molestaba pero, no podíamos hacer nada más, él tenía que trabajar para poder mantenerse, hasta que lo conoció... Un hombre amable, detallista, buena persona, quien comenzó a cortejarlo, mi hermano era muy quisquilloso –río- pero luego que lo conocí le di mi aprobación, muchas veces se quiso ser el difícil pero termino enamorado por completo de aquel hombre. Este lo llevo a vivir a su hogar, los dos trabajaban y mi hermano pudo dejar algunos de esos trabajos que tenía y se quedó solamente con uno, esto le permitió estudiar medicina en su tiempo libre.

__ Lo que me cuenta de su hermano es increíble y a la misma vez admirable...

__ Me alegra que pienses eso mi niña.-acaricio su rostro- Mario estuvo dos años de relación con este hombre, dos años en los cuales mis padres cuando se enteraron quisieron denunciarlo porque Mario no podía estar con otra persona de su mismo sexo, pero la policía no hizo nada, incluso los aconsejaron que se alejaran de la familia, es por eso que aquel hombre decidió mudarse a casa de su madre, una mujer adorable, Flor. Habían ocasiones en las cuales nos íbamos los cuatro, en ese tiempo yo había empezado a salir con Alberto a casa de la madre del novio de Mario, disfrutábamos demasiado y podía decir que mi hermano era el hombre más feliz en la tierra por consecuente yo me consideraba la segunda persona feliz después de él. Pero ese 14 de diciembre cuando yo los invite a celebrar mi cumpleaños a la casa de mis padres porque ellos no se encontraban, fue uno de los mejores pero también unos de los peores, porque –sonrió irónicamente- mi hermano menor llamo a mis padres para que viera lo que su hijo mayor y su única hija estaban haciendo en su hogar y en ese momento cuando ambos entraron, Mario le había dado un beso a su pareja, eso fue la gota que derramo el vaso, discusiones, gritos, golpes y demás cosas sucedieron, recuerdo bien lo que me dijo esa noche antes de irse. "Margarita, no te preocupes que nada de esto fue tu culpa, ya mañana volveremos a celebrar tu cumpleaños, es más, celebraremos una semana de tu cumpleaños" –Flor sonrió- entonces beso mi frente y los dos se marcharon, pero media hora después de despedirse, una llamada entraba a mi teléfono, era un número desconocido y al atenderlo, me dijeron que mi hermano había tenido un accidente, sentí mi mundo derrumbarse, Florecita –las lágrimas ya recorrían el rostro de la mujer- llame a Alberto y ambos fuimos al hospital en donde se lo llevaron y fue ahí en donde me hicieron saber que Mario había fallecido y que su pareja había quedado gravemente herido, todo por una mujer que venía conduciendo en estado de ebriedad. –negó consternada-

Flor tomo su mano para reconfortarla

__ ¿Qué sucedió con esa mujer, señora Margaret?

__ Nunca supimos de ella, se dio a la fuga y nada más. No sé cómo esa persona puede seguir estando en el mundo sin tener remordimientos –suspiro- Cuando la pareja de Mario despertó y su madre le comento lo que había sucedido, rápidamente pregunto por mi hermano, fue un momento muy doloroso para él, pero para mí también lo fue, porque si yo no los hubiese invitado, Mario seguiría conmigo, Flor...

__ No, -negó y la abrazo- no diga eso, usted no tiene la culpa de nada, nunca sabemos que es lo que pueda ocurrir, aunque para ser sincera, yo también sigo pensando esa vez que Mike intento suicidarse fue mi culpa porque yo debía estar ahí para protegerlo y no lo estuve.

Ahora era Margaret quien abrazaba a Flor.

__ A su entierro asistieron todos mis familiares, incluso mis padres quienes ahora si querían a Mario, ahora si le lloraban, eso me enojo tanto. Pero no faltaban los típicos comentarios para su pareja diciéndole que era el culpable de todo. –Suspiro- Aún sigo en contacto con ellos y cada vez que me toca un viaje de negocio, al regresar Alberto y yo los visitamos, se nos hizo costumbre y siempre recordamos a mi hermano con sus risas y sus locuras. –Concluyo Margaret con una sonrisa-

__ Siento mucho lo de su hermano, pero estoy segura que está orgulloso de usted por todo lo que ha logrado hasta ahora y así el no haya asistido los partos de Iker y Jesús, él estuvo a su lado.

__ Cariñito mío... Gracias por estas palabras –beso su cabeza y la apretó más a su pecho-

Al separarse ambas se miraron con los ojos rojos y negaron, para limpiar sus lágrimas.

__ Creo que es momento de ver nuestros Brownies, señora Margarita.

Margaret froto su brazo y las dos se encaminaron a la cocina, los Brownies habían quedado deliciosos, las dos se sentaron en el comedor a degustarlos pero cuatro personas entraban con ruidos y gritos.

__ Han llegado –comento Margaret negando-

FLOR  [Al final del camino #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora