Capitulo 2

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Ese nombre no le sonaba de ningún lado y menos su cara, lo único que sabía era que él era 4 años mayor que Rachel, era muy joven para herir a una persona. Finalmente la ambulancia llego, pero ya era demasiado tarde, ya su madre se había ido para cuidarla desde el cielo. 

Rachel no podía vivir sola con solo 13 años, así que se la llevaron a un orfanato y allí creció hasta que cumplió 18 años dejando atrás momentos de su adolescencia, que no pudo disfrutar con agrado y menos con personas con las que nos se sentía nada cómoda, pero nunca olvidando a su madre que luchó tanto y que jamas demostró ese cansancio en frente de ella.

Nunca desechó esa tarjeta de identificación, ya que su principal objetivo, después de salir de ese lugar, era encontrar a ese hombre que le arrebató a su madre y hacer justicia por sus propias manos, tal vez no sabe hasta dónde puede llegar cuando lo encuentre.

Rachel no tenia dinero, ni una moneda, para poder quedarse bajo un techo. Estuvo buscando un lugar donde quedarse y encontró una habitación para arrendar en una casa muy moderna donde su dueño era un joven muy amigable que no se le veía un rastro de malicia en sus ojos. Desde que lo vio sintió paz, solo quería olvidar todo y caer en sus brazos, pero eran pensamientos muy alejados a su realidad, primero tenia que convencerlo de que la dejara quedar en esa habitación y tan pronto consiguiera trabajo y, por supuesto, dinero le pagaría lo mas rápido posible.

-No te preocupes... emm...

-Rachel, ese es mi nombre- Dijo de una manera rápida para poder iniciar una conversación apresurada.

-Jacob, a tu servicio. Mira, sigue por ese pasillo y la ultima puerta que encuentres es tu habitación, cualquier cosa que necesites solo grita y estaré ahí al momento.

Solo con escuchar esa voz tan placentera y  al oler su colonia la hizo enamorarse más sin quererlo y sabiendo que no esta en las mejores condiciones para tener un amor en su vida.

Ha vivido en ese lugar desde hace 2 meses y nunca se llegó a conocer con ese joven que al verlo le hacía olvidar todo su pasado pero lo único que sabía de él era que se llamaba Jacob, hasta que un día decidió entablar una conversación profunda con él, para conocer a esa persona con la que comparte un techo o simplemente para hacer un nuevo amigo.

RACHELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora