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Los secretos me mataron,

el silencio me lastima

las apariencias me engañaron,

¿Y aún me ven como heroína?

Recuerdo mis sueños de color.

Abro los ojos, no veo el arcoiris,

Observo el dolor que causó

su verdadero tono de iris.

Creí que te importaba,

que cambiarías para bien,

intenté evitar el día

que dejaras todo al revés...

La muchacha deja brotar lágrimas de angustia sobre la hoja de papel sin ser capaz de continuar su escritura.

Se encorba al punto de no importarle su dolor de espalda mientras la oscuridad de su habitación la rodea. El silencio sería eterno de no ser por su lamento no tan silencioso. Los suspiros y sonidos demuestran dolor reprimido. Sus manos tiemblan y no puede encontrar respuestas a su situación.

Creyó vivir en una vida de ensueño, una vida que pocos tienen. Sus padres se amaban y de repente se separan. ¿De que se perdió? ¿Que ocurrió?
No lo vió venir. No se lo esperaba, no de ellos que tanto se amaban.

Mamá fue infiel pero papá también...

¿Quien fue el primero? ¿Quien fue el villano?

La incertidumbre la carcome.

Quiere volver atrás.
Volver a las salidas, paseos, las muestras de amor entre ellos y las peleas sin sentido... pero no puede...
Vivió una vida que resultó ser mentira...

Las salidas, eran escapes; los paseos, formas de ignorar sus corazones quebrarse; los afecto, fachadas para los amigos y las peleas sin sentido... resultaron tener sentido.

¿Como pudo vivir engañada la chica que se creyó fortunada?

De tanto pensar se percata de su realidad...

Siempre supo que este día llegaría...

Solo se engañaba a si misma.

Lloró lo necesario hasta estar dispuesta a adaptarse.

No desea ser su propia víctima, señales siempre hubieron, que no haya querido verlo la hace culpable.

Acaba de trazarse el antes y el después...

Y no sabe si para bien.

Ideas DescartadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora