Capítulo 1

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Gotas de lluvia caían en las ventanillas del auto, dando la bienvenida al otoño y por ende, despidiendo el verano.

Una nueva etapa en la vida de Lara se avecinaba y, aunque no lo quisiera admitir, los nervios se amontonaban en su cabeza haciéndole sentir insegura.

Hoy comenzaba la universidad y con ello una nueva vida. Todo lo que conocía hasta entonces, sus amigos, su familia, su prima... Quedaban atrás en Buenos Aires ; su ciudad natal.

Ahora empezaba una nueva vida en Miami y aunque se sentía feliz  también se sentía algo idiota por haber escogido el lugar más lejano para estudiar.

El taxista la sacó de sus pensamientos anunciando el final del trayecto. Pagó y fue a sacar su equipaje, mojandose con la lluvia en el proceso

—Podría haber ayudado— Murmura viendo como el taxi se aleja y con el su última esperanza de retroceder en su decisión.

Llena de agua, se dio la vuelta y empezó a caminar hacia lo que sería su nuevo hogar por los próximos 5 años

La universidad ya era algo vieja. Su estructura ya desgastada más el jardín botánico que tenía formaba el escenario perfecto para grabar un capítulo de Juego de Tronos.

Entró en el edificio principal y lo primero que su vista captó fue una gran biblioteca, junto a un recibidor.

En ella se encontraban una señora de avanzada edad, junto a una chica que según sus cálculos tendría más o menos su edad.
Ambas colocaban libros en distintos estantes mientras mantenían lo que parecía ser una divertida conversación.

La chica más joven miró hacia un  lado, encontrándose con la mirada fija de Lara

Ambas se miran durante unos segundos hasta que Lara aparta la vista por la incomodidad, encontrándose con una chica algo bajita parada justo frente a ella.

Pega un pequeño salto y retrocede unos pasos, reincorporandose en el momento.

—Hola, soy Maya — Dice la chica

—Ummm...Yo soy Lara – Responde incómoda

No conocía a esa chica, y sabía que no estaba bien juzgar a los demás sin conocerlos pero esta chica le daba un mal presentimiento

—Bienvenida a Sunsay, la universidad en donde los sueños se hacen realidad —Respondió con una sonrisa procupablemente amplia

—Ya bueno. ¿Tienes hora? — Se golpeó la cabeza mentalmente. De todo lo que podía decir, tuvo que hacer la pregunta más cliché que existe

Maya estaba a punto de responder cuando una canción de Rihanna empezó a sonar. Agarró la bolsa que cargaba y sacó un IPhone 8 del cual sonaba la melodía.

—¿Si? —

Su expresión facial cambio drásticamente

—Perdona, me tengo que ir. Nos vemos después ¿si? —

—Ummmm... Okey—

En eso la chica se dio la vuelta y empezó a alejarse de Lara.

Que chica más rara

Pensó mientras se acomodaba la chaqueta.

Empezó a caminar hacia el recibidor y al cabo de unos minutos, un señor salió a atenderla

—Universidad Sunsey ¿Que desea?—

—Ummm... Soy nueva y—

—¿Su nombre por favor? — Dijo el señor no dejandole terminar de hablar

—Lara García García —

Si. Sus padres tenían el mismo apellido y no, no son hermanos.

El señor arrugó el ceño y empezó a teclear un ordenador.

—Aqui esta. ¿Lara García García, estudiante de primer año de Bioquímica verdad?

—Umm si —

—Su habitación es la 210, aquí están las llaves y las reglas de el edificio —

Respondió entregándole un juego de llaves y un papel rosado

Universidad Sunsey, reglas a cumplir.

Atención, cualquier incumplimiento de alguna de estas reglas podría provocar la expulsión inmediata de cualquiera de los estudiantes.

Estudiante: Lara García García

Sexo: Femenino

Habitación: 210

Reglas

Prohibida la entrada de cualquier estudiante de sexo contrario a la habitación

Prohibido el uso de cualquier tipo de sustancia ilegal

Prohibida la organización de cualquier fiesta sin permiso del consejo estudiantil

Prohibidas todo tipo de mascotas

University of Sunsey, 2019

Lara solo hizo una mueca y continuo su camino en busca de la habitación adjudicada

—208, 209, 2010, aquí —

Entró y lo primero que pudo observar fue una habitación prácticamente inamueblada. De un color blanco neutro con 2 camas, una a cada extremo de la habitación, dos escritorios y un gran espejo.

Al ver su reflejo debe reconocer que se asustó un poco.

Su cabello caía despeinado por los hombros, y cargaba unas ojeras enormes bajo sus ojos.

Su camiseta de los Rolling Stones lucía  dolorosamente arrugada y sus pantalones de mezcilla no ayudaban, sin hablar de su chaqueta

Suspiró y dejo su equipaje (todavía mojado) en una de las camas y se tumbó en ella

—Que carajos estoy haciendo con mi vida —

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La fórmula del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora