Solo por el internado (gay/yaoi)

Capítulo IV (p.2) prepárense

Narra Camilo

Hizo que me sentara mientras bajaba su cabeza hasta llegar a mi pantalón. Sabía lo que estaba a punto de pasar y no tenía la más mínima intención de retroceder.

Mi entrepierna palpitaba, ni siquiera me había tocado ahí y ya estaba a punto de correrme.

Me lanzó una mirada pícara y con mucho morbo sonreí.

— ¿Estás listo?
     Sin que le de una respuesta ya me estaba desabotonando el Jean. ¿Esto en serio está pasando? Era increíble.

Tocó mi miembro sobre el bóxer, éste estaba paradísimo, y pude sentir como me llegaba una sensación de placer por todo el cuerpo.

De un tirón retiró mi bóxer dejándome al descubierto.

Y una vez más esa mirada pícara que me ponía más caliente aún (si es que fuese posible)

Lo empezó a masajear con movimientos suaves, cuando de pronto lo ingresa a su boca completamente.

—Hmm— no pude evitar gemir de placer ante este acto.—Ju-Julián.

Sabía que no podía ser ruidoso pero estaba a punto de morirme.

Cambió el ritmo de la velocidad. Ya no era suave. Ahora lo introducía con fuerza y rapidez. Sin embargo yo quería más, estaba a punto pero lo quería seguir disfrutando.

—Más, más. Hazlo más rápido— instruí— ah-ahhh, así, sí.

    Ni yo me podía creer las guarradas que decía, normalmente no soy así pero es que él me ponía demasiado.

Con mi pie toqué su miembro el cual estaba parado y duro, así que le comencé a dar masajes, los cuales tuvieron que terminar rápido ya que no podía concentrarme con lo exitado que estaba.

Era increíble, cada vez que me embestía, una ola de placer recorría todo mi cuerpo.

Sentía el orgasmo muy cerca

Aceleró aún más y no podía contenerme, quería gritar su nombre pero tenía que aguantarme.

Así que cogí una almohada y la mordí para no morirme de placer en ese momento.

Él seguía y yo me sentía en las nubes.

—Sí, ah-ah sigue, sigue. Ya estoy cerca.— estaba llegando— a-a-ahhh.

    Un líquido caliente salió por mi pene y fue el más maravilloso placer que había experimentado. Esto era mucho mejor que tocarse a uno mismo. Fue increíble.