^Send Me On My Way^||MAYLOR Y DEACURY||

<DIEZ.HEARTS>

El aroma a pasto, la tierra , la brisa fresca y el sol pegando en su cara dándole un leve calorsito a todo su cuerpo, era la sensación favorita de aquel pequeño de cabellos rizados y ojos cafés, era como sentirse libre porunos instantes. los pájaros cantaban una bella melodía que retumbaba en sus canales auditivos, la cual se vio interrumpida por otra voz ajena.

-Brian, entra ya.-espetó aquella mujer de pelo negro, alta y piel blanca.

Obediente, el pequeño de 12 años se adentró al hogar donde habitaba junto a su madre y su padre. Si bien no era lo mas lujoso tenia lo necesario para vivir cómodamente.

-ve a lavarte las manos.-le dedicó una sonrisa amable y le sacudió el pelo haciendo que el menor sonriera divertido y por conseguiente se dirigió a donde le indicaron.

-y el niño?.-el hombre preguntó serio y salió de la pequeña cocina del hogar con una cacerola de comida y su esposa la ayudo con cubiertos y platos.

-en el baño.-contestó de la misma manera.

-necesito hablar contigo.

El niño termino por pasar el pedazo de tela sobre sus manos cuando se detuvo abruptamente al escuchar las voces de sus padres subidas de tono.

-no, no te iras.-La mujer grito furiosa y azotando los platos contra la mesa.

-tu no me dices que hacer.

-no puedes hacerme esto Paul . -su voz empezaba a quebrarse y sonaba temblorosa.

-mami, todo está bien?. -el rizado saliendo de la puerta se acercó con pasos tímidos en donde se encontraban sus padres discutiendo.

-ve a tu habitación Brian.-no lo miraba directamente a los ojos pero su voz era firme.

-pero

-ahora. -lo interrumpió hablándole con el mismo tono firme, no quería hablarle mal a su pequeño, pero no quería que la viera destruida y débil, sabía que en cualquier momento se iba a desmoronar.

El pequeño, cabizbajo asintió, antes de dirigirse a las escaleras de la casa compartió una mirada rápida con el hombre alto y de pelo negro el cual no lo miraba a los ojos, se fue. Dio la vuelta y se encerró en la pequeña habitación.

En cuanto escucharon los pequeños pasos la mujer afrontó al hombre frente a ella reteniendo algunas lágrimas.

-enserio piensas habandonarme? Después de todo lo que hemos pasado,como puedes hacerme esto.

-estoy harto, esta vida no es para mi.

-harto, Harto de que? Te ha faltado algo una maldita vez.

-no, pero esto no es para mí, no es lo que soy. La vida en la granja, los animales, el olor del establo, la paja, estar tan alejados de todo, simplemente ya no puedo vivír así.

-eso no parecía molestarte cuando me pediste matrimonio. -no podía contener más las lágrimas, ahora salían y brotaban por sus mejillas.

-pues.. Lo hice por que en ese tiempo parecía mejor todo, tenias trabajadores por montón, a la granja le iba bien y si, lo hice por conveniencia. -confesó sin mas.

-estos años de matrimonio no han sido nada para ti entonces?. -mentiría si esas palabras no le dolían.

-he disfrutado tenerte a ti, la casa pero ambos sabemos que esta granja va en picada.