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— ¡Recuerda Nayeon, la respiración! Aun te queda bastante tiempo en este campo y te veo corriendo demasiado rápido — Escuche a mi entrenador decir. Eran apenas las 9:30 de la mañana y he estado despierta desde las 5:30 am. Haciendo ejercicio, ya que el día de hoy es mi día libre en la universidad y mi entrenador lo sabe, así que ha decidido trabajar en mi resistencia y algo de defensa, cosa que trabajamos de seis a seis y media de la mañana, para después estar aquí en este estadio de futbol, desolado, solo mi entrenador y yo presente, el sentado anotando unas cosas y yo corriendo en el campo, hasta que él diga ya. No es que no esté acostumbrada a esto pero ayer entrene bastante y ahora hoy sé que entrenare hasta que el sol se vuelva a poner y la luna haga su entrada, y en cierto modo me siento algo agotada — ¡Ya! — Al escuchar esto inmediatamente pare mis pasos y apoye mis manos en mis rodillas, tomando aire por la nariz y soltándolo por la boca de forma controlada — Camina, ya tienen el terreno preparado para ti en el gimnasio, puedes ir descansando de camino allá. Toma — Dijo dándome una botella de agua y una toalla, los tome y me seque el sudor para después beber agua en pequeñas cantidades para que no me haga mal mientras caminaba al auto del entrenador para dirigirnos al gimnasio.

Al llegar al gimnasio pude divisar en donde entrenaba, lleno de cuerdas en el ring, algunas barras y algunas columnas acolchonadas, lo demás eran máquinas de hacer ejercicio y solté aire por la boca en forma de cansancio, al solo ver lo que me tocaba hacer el día de hoy.

— ¿Ves esas barras que están pegadas al suelo? — Asentí — Bien, están separadas a una distancia prudente, lo que harás es que te pondrás al lado de una, harás una pechada y luego subirás, con tus manos detrás de tu cabeza saltaras la barra con tus piernas juntas y de forma que tus muslos toquen tu pecho cuando saltes y quedaras en medio de las dos barras, harás lo mismo y quedaras en el otro extremo y así sucesivamente. ¿Claro todo? — Volví a asentir — Perfecto, harás esto durante una hora solamente, ya que es un ejercicio algo fuerte, ¿Bien? — Asentí — Ok, comienza, estaré con el cronometro contando tu hora desde el momento en que empieces. Me dirigí a las barras y me puse a un extremo de una para comenzar el ejercicio.

* * *

Ahora mismo me encontraba haciendo abdominales y cada vez que bajaba, sentía como una pelota de básquet golpeaba mi abdomen. De esta forma, podía recibir más golpes en esta área sin cansarme — Para — Le dijo mi entrenador a Felix quien era el que me daba con la pelota, al escucharlo me quede recostada boca arriba con mis manos posadas en mi abdomen, me lo sentía caliente y apostaría lo que fuese a que tenía esa área roja como un tomate por los golpes de la pelota. Respiraba de forma pesada y lenta, estaba cansada, bastante, debían de ser eso de las 5 de la tarde o tal vez menos, quien sabe, he dejado de ver el reloj desde las 2 pm — Bien, descansa diez minutos y ven de nuevo a mi, bebe agua y lávate la cara estas roja — Asentí como pude y también me pare como pude. Tenia una hora haciendo abdominales y los últimos treinta minutos fueron con la pelota golpeando mi abdomen. 

Al pasar los diez minutos me encontraba ahora saltando la cuerda como mi ejercicio final, para acabar con el pequeño maratón de hoy. 500 saltos debían hacer y mientras contaba en mi mente en mis oídos sonaba Sucker For Pain. Y si que dolía saber que tenía clases mañana a las diez de la mañana — Na, para ya — Escuche a Felix, lo mire confundida al parar.

— Pero solo llevo como 200 — Dije confundida y jadeando.

— Lo sé, pero ya son las seis y media, tienes literalmente doce horas haciendo ejercicio, ya está bien, el entrenador dijo que pararas, ve a casa, date un baño y duerme bien hoy porque mañana será pesado para ti — Dijo y yo asentí con una mueca porque sabía que mañana me dolería hasta el alma.

Noqueada (NAMO) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora