Era un día normal , la rutina se notaba en el aire, así com la polución urbana. Un día de esos en los que uno se levanta pronto para poder desayunar y arreglarse para poder estar a tiempo. 

Pero los chicos no tenían organización ninguna...básicamente porque no sabían lo que era. Eran un caos en toda regla, hasta un tornado haría menos destrozos que este grupo intentando no llegar tarde a una reunión importante. Y esque al líder no le sonó la alarma  para poder avisar al resto de que se levantaran, el menor se le olvidó la noción del tiempo por estar ensimismado revisando las últimas noticias que sacaban a cada segundo y el resto estaban durmiendo, fruto del cansancio de haber estado trasnochando. Por ahora todo estaba tranquilo, hasta que una llamada irrumpió en la habitación de Namjoon, la primera llamada no la cogió, se negaba a sacar su brazo de entre la tela suave que le cubría, pero la segunda llamada tenía un tono más demandante que le taladraba los oídos, esta vez arrastró el brazo y cogió el móvil como si pesase una tonelada y media, descolgó y se puso el teléfono en la oreja, al instante la voz dulce y amenazadora de su manager sono instándole a llevar a todos los chicos a la reunión a tiempo. Era la reunión más importante que tenían por el entonces ya que discutirían el nuevo álbum y cosas relacionadas a este. Namjoon intentó ponerse de pie lo más rápido posible pero en el intento se cayó de la cama, creando un tremendo estruendo que avivó a todos sus compañeros de piso, seguramente también a todo el vecindario de la zona. Cuando salió de la habitación sin aparentes heridas a la vista anunció a todos que en unos minutos tendrían que estar ya preparados para poder ir a la agencia lo más rápido posible. Y ahí, en ese momento, fue cuando se formó el caos apocalíptico. Que si unos gritaban porque no encontraba la camisa que quería ponerse, que si otros gritaban porque alguien tardaba en el baño y otros lloriqueando por las esquinas por no poder comer el desayuno en casa.

Cuando todos estuvieron listos cogieron sus mochilas, se calzaron y salieron por la puerta, corriendo para llegar a tiempo.

Al llegar al edificio de su empresa y entrar con, tan solo, un minuto de retraso. Todos los empleados estaban sentados y su mánager, por debajo de la mesa, les sacó los pulgares mientras gesticulaba con la boca un "bien hecho". Los chicos se inclinaron en forma de saludo y de disculpa, se sentaron en los asientos libres y empezaron a hablar de los planes que tenían, del estilo que iban a tratar en el nuevo concepto, todos participaban entusiásticamente, ansiosos por seguir su carrera, más casi al final de la reunión, cuando todos reían, dos personas empezaron a abstenerse de las conversaciones y a navegar en sus pensamientos que giraban en torno a una persona.

Los empleados empezaron a volver a sus puestos de trabajo y el grupo de jóvenes también se dispuso a copiar a estos y se levantaron de sus asientos entre risas y palabras que se les atragantaban por la falta de aire. El menor de la habitación comentó una de las frases dirigiéndose a sus mayores, pero ellos, ensimismados en su mundo, no respondieron hasta que les pellizcaron las mejillas.

-Chicos, estáis bien? -Preguntó Jimin, preocupado por el estado pensativo de la pareja.

-Sí, contestó Yoongi, dando por acabada su explicación 

Jin no contestó, estaba decidiendo si contarle a los chicos sobre lo que le estaba rondando por la cabeza.

-Chicos...¿Os acordáis de la chica que se chocó con nosotros?- Jin se decidió a contarlo, escuchando la opinión de sus compañeros sobre el viaje nocturno compartido con esta chica. Unos pensaban que era alguna fan que hacía de todo para toparse con ellos, otros creían que era una mera coincidencia y otros directamente no le daban ninguna importancia. Yoongi no dijo nada, decidió no decir nada sobre la curiosidad que nunca pensó tener hacia una persona.

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Bueno, gente... ¿Qué os parece la historia? ¿Os gusta?

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