This wasn't supposed to happen

Por qué grietas tiene el alma.

Nota de la autora: La razón para cambiarle el titulo es por que mientras hablaba del fic con un amigo este me ayudo ver que este fic trata mucho más que solo celos y a medida que vayan leyendo este fic sabrán por que ahora tiene este titulo.

Llegaron a territorio nacional en la madrugada; cuando aún la luna era visible.

Luego de aterrizar, México y Tabasco fueron por caminos diferentes. México sentía vergüenza y Tabasco tenía su orgullo; así que simplemente se alejaron, como si fueran dos desconocidos que habían compartido un vuelo.

México se fue caminando; como si fuera su penitencia, dejando atrás incluso su equipaje. Él solo camino...

Paso a través de las calles sucias y abandonadas de CDMX, mientras el frio aire de la madrugada circulaba a través de sus pulmones y enfriaba su piel dolorosamente.

Si pudiera seguiría llorando. Como cuando era niño y lloraba a todo pulmón, sin tener miedo o pena de que alguien lo viera expresando su dolor; a la espera de que alguien lo consolara... pero hace demasiados años que ya nadie soporta el verlo llorar... ha llorado tanto... y aun así nunca fue suficiente... hay una tristeza que siempre se mantuvo aferrada a su alma. Y tanto tiempo ha vivido... que hasta de ella se había olvidado; formaba parte de su ser, de su respirar.

Ha transitado tantas veces por aquellas calles... tantas veces...

Finalmente vislumbra el zócalo y con el su casa. Había sido una pequeña alegría el poder volver a llamarlo su casa otra vez. El lugar donde recordaba sus mejores tiempos. El lugar que ahora volvía a estar vivo y no como un simplemente trozo de un tiempo que solo se iba descomponiendo.

Todavía era muy temprano, apenas se empezaba ver un poco de luz, a pesar de que el sol todavía no se asomaba. Pero ya había gente intentando pasar. México no quería que lo vieran así de destruido luego de aquella horrible noche, así que simplemente se fue por el pasaje lateral del palacio nacional y toco la puerta esperando a que alguien amable le abriera.

Pasaron varios minutos pero finalmente un guardia fue a su encuentro, le recibió contento y con notable admiración por México. Probablemente sea nuevo pensó México, el chico se hizo a un lado y le permitió la entrada diciéndole además que todavía había tiempo para que se cambiara y fuera a la mañanera como de costumbre. Pero México amablemente declino, diciéndole que había hecho un vuelo muy largo, todo lo que quería hacer es llegar a su cuarto y descansar. Además ahora las piernas lo estaban matando. El joven comprensivo, solo le deseo un buen descansó a México y se fue a su puesto. México le agradecía enormemente que no hubiera preguntado más cosas, hoy no tenía el humor necesario para tratar con la gente. Ni con el mundo.

Fue directamente hasta donde se encontraba su habitación. Saludando rápidamente y con cariño a la familia de Andrés, quienes iban un poco atrasados para llegar a tiempo a la escuela. Les deseo un buen día y finalmente pudo encerrarse en su habitación.

Tenía tanto dolor; físico y emocional, que decidió que al menos trataría el corporal. Se quitó su traje que a duras penas había sobrevivido a toda esa noche; y solo se vistió con su bata de baño. Tomo una pastilla para el dolor que guardaba en el cajón de su mesita de noche junto a un trago de tequila que se encontraba también sobre esta. Era muy difícil el vivir tantos años sin volverse alcohólico y a pesar de que Rusia le había estado ayudando a dejarlo, ahora no le encontraba el caso. Quedaba muy poco en la botella así que no le dio mucha importancia el acabarla de una vez. Luego de acabarse la botella; se dirigió hasta su baño y tomo una ducha caliente, tratando de eliminar todo el mal olor y suciedad de su cuerpo, tallando con más fuerza de la necesaria. Duro mucho tiempo en el baño, tanto así que se le arrugaron las yemas de sus dedos. Pero finalmente el agua caliente se empezó a agotar y México finalmente salió del baño.