ESTAS observaciones nos permiten finalmenteconsiderar los problemas que dan título a esteensayo. ¿Qué son las revoluciones científicas ycuál es su función en el desarrollo científico?Gran parte de la respuesta a esas preguntas hasido anticipada ya en secciones previas. En particular,la discusión anterior ha indicado que lasrevoluciones científicas se consideran aquí comoaquellos episodios de desarrollo no acumulativo enque un antiguo paradigma es reemplazado, completamenteo en parte, por otro nuevo e incompatible.Sin embargo, hay mucho más que deciral respecto y podemos presentar una parte de ellomediante una pregunta más. ¿Por qué debe llamarserevolución a un cambio de paradigma?Frente a las diferencias tan grandes y esencialesentre el desarrollo político y el científico, ¿quéparalelismo puede justificar la metáfora que encuentrarevoluciones en ambos?Uno de los aspectos del paralelismo debe serya evidente. Las revoluciones políticas se inicianpor medio de un sentimiento, cada vez mayor,restringido frecuentemente a una fracción de lacomunidad política, de que las instituciones existenteshan cesado de satisfacer adecuadamentelos problemas planteados por el medio ambienteque han contribuido en parte a crear. De maneramuy similar, las revoluciones científicas seinician con un sentimiento creciente, también amenudo restringido a una estrecha subdivisiónde la comunidad científica, de que un paradigmaexistente ha dejado de funcionar adecuadamenteen la exploración de un aspecto de la naturaleza,hacia el cual, el mismo paradigma había previamentemostrado el camino. Tanto en el desarrollopolítico como en el científico, el sentimientode mal funcionamiento que puede conducir a lacrisis es un requisito previo para la revolución.Además, aunque ello claramente fuerza la metáfora,este paralelismo es no sólo válido para losprincipales cambios de paradigmas, como los atribuiblesa Copérnico o a Lavoisier, sino tambiénpara los mucho rnás pequeños, asociados a laasimilación de un tipo nuevo de fenómeno, comoel oxígeno o los rayos X. Las revoluciones científicas,como hicimos notar al final de la SecciónV, sólo necesitan parecerles revolucionariasa aquellos cuyos paradigmas sean afectados porellas. Para los observadores exteriores puedenparecer, como las revoluciones balcánicas de comienzosdel siglo xx, partes normales del procesode desarrollo. Los astrónomos, por ejemplo, podíanaceptar los rayos X como una adición simpleal conocimiento, debido a que sus paradigmasno fueron afectados por la existencia de la nuevaradiación. Pero, para hombres como Kelvin, Crookesy Roentgen, cuyas investigaciones tratabande la teoría de la radiación o de los tubos derayos catódicos, la aparición de los rayos X violó,necesariamente, un paradigma, creando otro.Es por eso por lo que dichos rayos pudieren serdescubiertos sólo debido a que había algo que noiba bien en la investigación normal.Este aspecto genético del paralelo entre el desarrollopolítico y el científico no debería ya dejarlugar a dudas. Sin embargo, dicho paralelo tieneun segundo aspecto, más profundo, del que dependela importancia del primero. Las revolucionespolíticas tienden a cambiar las institucionespolíticas en modos que esas mismas institucionesprohiben. Por consiguiente, su éxito exige el abandono parcial de un conjunto de institucionesen favor de otro y, mientras tanto, la sociedad noes gobernada completamente por ninguna institución.Inicialmente, es la crisis sola la que atenúael papel de las instituciones políticas, delmismo modo, como hemos visto ya, que atenúael papel desempeñado por los paradigmas. Ennúmeros crecientes, los individuos se alejan cadavez más de la vida política y se comportan demanera cada vez más excéntrica en su interior.Luego, al hacerse más profunda la crisis, muchosde esos individuos se comprometen con algunaproposición concreta para la reconstrucción dela sociedad en una nueva estructura institucional.En este punto, la sociedad se divide en camposo partidos enfrentados, uno de los cualestrata de defender el cuadro de instituciones antiguas,mientras que los otros se esfuerzan en establecerotras nuevas. Y, una vez que ha tenidolugar esta polarización, el recurso político fracasa.Debido a que tienen diferencias con respecto ala matriz institucional dentro de la que debetener lugar y evaluarse el cambio político, debidoa que no reconocen ninguna estructura suprainstitucionalpara dirimir las diferencias revolucionarías,las partes de un conflicto revolucionariodeben recurrir, finalmente, a las técnicas de persuasiónde las masas, incluyendo frecuentementeel empleo de la fuerza. Aunque las revolucionestienen una función vital en la evolución de lasinstituciones políticas, esa función depende deque sean sucesos parcialmente extrapolíticos oextrainstitucionales.El resto de este ensayo está dedicado a demostrarque el estudio histórico del cambio de paradigmarevela características muy similares en laevolución de las ciencias. Como la elección entreinstituciones políticas que compiten entre sí, la