parte 2

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_____ aprovechó de examinarlo mientras esperaba alguna respuesta. Traía los primeros botones de su camisa blanca desabrochados, con la corbata aflojada alrededor de su cuello y los botones de su saco abiertos. Se veía tan sexy que _____ se alegró cuando notó que en ninguna de sus manos traía algún anillo, lo que significaba que no estaba casado. ¿O tal vez tenía a su novia? El simple pensamiento le deprimía.

- Hemos recibido una llamada de su madre, diciendo que usted debía retirarse hoy de la escuela.- comenzó a decir Luke.- al parecer, la hermana de ella se desmayó y dado que no está en el mejor estado para trabajar necesita de su ayuda.
_____ pestañó varias veces. Luego los nervios que sentía rápidamente fueron sustituidos por preocupación. Preocupación por su tía. Debido a que las únicas personas con quien vivía por el momento eran su madre y su tía, entendía lo importante que era para su mamá irla a ayudar.

- Está bien.- le dijo con una calma que no sentía, bajando la mirada hacia sus manos sobre su regazo.- Entonces, ¿Me tengo que ir?

- Sí.- dijo y buscó su mirada con la suya. Quería que lo mirara a los ojos, quería perderse en esos preciosos ojos color marrón claro para saber qué era lo que sentía.- ya puede retirarse, señorita Wood.

La campana del recreo que sonó anunció que eran las diez de la mañana. Luke vio como _____ asentía y se colocaba de pie, acomodándose un poco el cuello de su camiseta del uniforme de la escuela. La miró enternecido. Él quería decirle tantas cosas, entre ellas, lo mucho que la deseaba, pero lo que más quería era preguntarle cómo se sentía. Quería preguntarle sobre su familia; saber más sobre su vida privada, sobre sus padres… sobre sus sentimientos.

Al fin _____ lo miró a los ojos, y lo que Luke vio, no le gustó para nada. Era el brillo de tristeza que había en sus ojos que le provocaba querer arrastrarla hacia su regazo, llenarle la cara entera de besos y abrazarla mientras la acunaba. - ¿Se encuentra bien?- le preguntó con preocupación.

- Sí.- dijo mientras le regalaba una sonrisa débil.- estoy preocupada nada más por mi tía, pero bien.

Luke asintió. Luego arrancó un papel de una pequeña libreta que tenía a mano, escribió algo rápido y firmó.

- Tome.- dijo y le tendió el papel.- muestre esto a la salida de la escuela y la dejarán irse.

- Gracias.- dijo y tomó el papel.

_____ se volteó y se acercó hacia la puerta, consciente de que Luke la miraba por detrás. Abrió la puerta y antes de salir, la voz de Luke la detuvo.

- Señorita Wood.

Ella se giró, mordiéndose el labio al sentirse seducida por la voz ronca y sensual de aquel hombre.

- Quiero verla mañana después de clases aquí mismo.

_____ ni siquiera le preguntó la razón, solamente se sonrojó, asintió y después se fue. Mientras iba caminando en dirección hacia su casillero para sacar su mochila, pudo sentir como la alegría volvía a apoderarse de ella.

Su corazón latía alocado, pensando que mañana lo volvería a ver, y esta vez, no solamente para hablar…

Una joven como _____ Wood no es fácil evadir su belleza.

Luke estaba sentado en la silla de su escritorio, con un bolígrafo en la mano mientras terminaba de firmar unos últimos documentos. Él se estaba preguntando cómo lo haría para llevarse a una chica como ella a la cama. No sabía si _____ accedería a las propuestas que tenía planeado hacerle hoy. Ella podría negarse o incluso denunciarlo si tan solo le tocara un pelo. Su reputación y su trabajo estaban en juego, pero era un riesgo que iba a tomar. Besarla sería estar en el paraíso y estaba casi convencido de que _____ sentía lo mismo por él. Lo sospechaba por la manera en que la pillaba mirándolo por los recreos y después apartaba la mirada sonrojándose.

Ella era virgen. Tenía un aire sexual pero a la misma vez tan virginal que le era inevitable no sentir. Soñaba con hacerle el amor de mil maneras, una y otra vez. Luke sabía que desearla con tal intensidad era un error. No debía fijarse en una mujer que era diez años menor que él, tampoco debía mirarla de una forma tan distinta en comparación a las demás alumnas. Pero ya no había manera de echarse hacia atrás. Él lo haría. Arriesgaría a perder su trabajo con tal de poder probar esa deliciosa boca y ese glorioso cuerpo.

el director || luke hemmings|| hotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora