Tinder's girl

Estas líneas surgen bajo la necesidad de difundir lo que me pasó, ponerlo en palabras, hacer limonada con el limón que me tocó en esta vida...

Surge cuando tuve mi último intento de suicidio, pensando que las últimas palabras que leerían de mi iban a ser:

Mientras salvas vidas estas destruyendo la mía. Sos lo más lindo y lo peor que me pasó también.

Me dan muchos celos que puedas amarte y quererte. Yo no puedo, o no sé hacerlo.

Y estoy cansada. Son muchos años de cargar mochilas muy pesadas para mí.

No doy más. No quiero más. No puedo más.

Me apena el alma todo esto, por vos y por todo lo que soñé para mí misma.

De verdad creí que me podía comer el mundo, me imaginé exitosa y feliz.

Pero tengo un problema y no tiene cura.

Quiero donar mis órganos a quien desee vivir.

Quiero que me cremen y tiren mis cenizas al mar.

Quizás para cuando termine de escribir estas líneas ya habré aprendido a quererme, a cuidarme, a ser mi prioridad.

Parece fácil pero me cuesta. Constantemente me encuentro en la absurda búsqueda de alguien que cuide de mi, que me haga sentir bien, que me dé la aprobación de todo lo que hago o quiero hacer. ¿Porqué? ¿porqué no puedo aportarmelo yo misma?

Recién, una pelotuda que no llegué a conocer en persona, no más que por Tinder, me insinuó que no estaba para ser enfermera de nadie, que hace un año y medio la pasó muy mal y recién ahora está en su momento feliz y pleno. Aparte del sermón, me hizo sentir una enferma con quien no puede tomarse un vino y fumarse un porro, y quiere una compañera divertida y que trabaje.

Me pisoteó. La elimine, no puedo seguir permitiendo que una equis me pisotee, no?

Supongo que también es el prejuicio con el que deberé remar de ahora en más cada vez que cuente que estuve internada en un psiquiátrico porque tengo borderline...

Esta chica me generaba ansiedad, por ende está bueno que haya salido de mi vida. Me dijo que tenía una vida ocupada, y en cambio yo, estaba al pedo.

El punto es que me afecta... me afecta todo lo que me dijo, pienso en ella y me da angustia. Como dice Charly: cuando el mundo tira para abajo es mejor no estar atado a nada.

Soy demasiado autoexigente, cualquier empleador quedaría maravillado con mi destreza, mientras yo quedo estresada, desde el vamos porque la vida no es perfecta y el mundo es una mierda. Hay escasos momentos de felicidad, son efímeros, hay que ser inteligente y aprovecharlos.

Estoy escribiendo estas líneas con bronca y sin ganas, estoy enojada con mi suerte.