༄_Martes.

220 32 0
                                    

Martes, segundo día sin Freddy.
Chica se despertó con el pensamiento de lo que haría esta semana; hoy le contaría a Fred lo que ella pensaba que él tenía planeado y los demás días serían para ayudarle sobre el tema.

Claro que si su teoría no era cierta tendría que pasar una semana como otra cualquiera; se quedaría en su casa tirada en el sofá viendo una película. Aunque ahora que lo pensaba, parecía mejor idea la segunda que la primera, pero tenía que hacer la primera si o si, todo por meterse en la vida de los demás.

Luego de levantarse, alistarse y demás, le puso un mensaje a Fred de que se reunirían en una cafetería de la ciudad y salió para estar en el sitio con antelación.

Tenía que preparar su jugada; quería dejar a Fred con la duda de lo que ella pensaba, cosa que había hecho. Por otra parte estaba demasiado entusiasmada como para decírselo sin rodeos, pero quería extorsionarle, a ver, déjenla ser.

Al llegar a la cafetería se sentó y pidió su típica taza de chocolate sin azúcar, dieta sana, corazón contento, gusto infeliz. En fin.

Esperó bastante tiempo en el sitio, como eran las 10 a.m suponía que Fred ni si quiera se había molestado en levantarse de su cama.

Aunque no fuera su mejor amigo, Chica conocía bastante bien a Fred; cosa que se veía venir ya que era el novio de su mejor amigo y, claro, Freddy casi nunca paraba de hablar de él.

Esperando al bello durmiente empezó a tener hambre. Algo desesperada miró el reloj, «las 10:30 a.m». Tenía medio plan preparado, pero aun así pensó que Fred estaba tardando demasiado.

Encendió el móvil y entró al chat de Fred, había visto el mensaje pero no contestó. Exacto, le había dejado en visto.

Chica se enfadó al ver lo que hizo su amigo y con la paciencia por el suelo, marcó el número de él y le llamó.

Sin respuesta.

2° vez.

Mismo resultado.

3° vez, 4°, 5°,...

— ¿Qué quieres idiota? ¡Déjame dormir, por dios! —

— ¿Viste mi mensaje? Llevo esperándote una media hora. —

— Pues espera otra. —

Y repentinamente colgó.

Vaya, si que le había afectado que Freddy se fuera de su lado.

Chica llamó otra vez; necesitaba hablar con Fred, aunque fuera por la tarde, pero tenía que ser hoy.

— Dímelo rápido por llamada, no tengo ganas de salir a la calle. —

— Hey, se que hechas de menos a tu querido novio pero necesito decirte una cosa en persona, no por el móvil. —

— ¿Es lo mismo por lo que me dejaste con la intriga? —

— Sí. —

— Pues por haberlo hecho te jodes. —

— No, pero esta vez no lo haré, por favor ven. —

Por la línea telefónica se escuchó varias quejas en voz baja, acompañadas por un bostezo.

— Bien, nos vemos dentro de un rato. —

— ¡Genial! —

Chica colgó la llamada y se quedó mirando su teléfono pensativa.

«Su voz parecía molesta, es como si no tuviera ganas ni de saber qué era lo que yo sabía. Pero es extraño, dijo que le dejé con la intriga, asi que, ¿estoy en lo cierto?» Se dijo a a sí misma.

Levantó la mano avisando a la camarera para que le trajera unas tortitas con sirope de chocolate, tenía bastante hambre.

Pasado un tiempo, se quedó con solo una tortita y Fred ya estaba sentado en frente suya con un café con leche en las manos, pero lo segundo no es tan importante como lo primero, la última tortita es la sagrada, la que se debe comer lento para saborearla mejor. En fin.

— Bueno, ¿vas a hablar? —

— Si si. —

Dijo tragando un trozo de la deliciosa comida.

— Me ha dicho un pajarito que tú estás planeando algo. —

— ¿En serio, el qué? —

— No sé, tú sabrás. Oye, cambiando de tema. ¿Cuándo le vas a pedir la mano a Freddy? —

Y el café con leche se fue a la mierda.

— ¿Qué? —

— Venga, se ve de lejos que quieres casarte con él. —

Fred no paraba de toser, se había puesto rojo al no poder respirar. Luego de volver a la normalidad, miró a Chica algo cansado.

— ¿Quién te ha dicho eso? —

— Si te lo digo no tendría gracia. —

— Fue la suegra, ¿cierto? —

Chica solo se limitó a sonreír.

— Lo siento, es que le vi entrar en la tienda de joyería y al preguntarle el por qué me lo contó todo.

— Ah, genial. —

— Ibas a pedírselo en Disney Land, ¿a que si? Por eso te pusiste de esa forma. —

— Eres de lo que no hay. —

— Lo sé. —

Dijo orgullosa.

— ¿Sabes? Te puedo ayudar con eso, pero hoy no, quiero despedirme de mi sofá. —

— Vale, entonces mañana. —

— ¡Sí! —

Y Chica acabó con su preciada última tortita.

Hola.

Que no se note que tenía ganas de tortitas, ah.

Voten, no sean fantasmas  :(.

¡Adiós y buen día! 💞💕

➤_Único. ‹‹Frededdy›› Donde viven las historias. Descúbrelo ahora