Mi amada Mangaka

Capítulo 6

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Mi amada mangaka. Capítulo 6: La promesa.

En la casa de Nia, se podía observar a Shidou en la cocina, y estaba preparando algo de comida, arroz, bistec y una ensalada, este estaba feliz había arreglado la situación con Nia estaba feliz sin embargo, estaba consciente de que esto podría volver a pasar. No todo es miel sobre hojuelas, realmente se aman, pero eso no exoneraba que podía herirse sin querer... Bueno, con esto se puede decir que es verdad la frase que dice «El amor, puede doler» suelta una pequeña sonrisa amarga, esto era inevitable.

Nia, solo observaba a Shidou y pensaba que le alegraba que allá ido a verla, ya que realmente esa discusión le había afectado, sabía que había sido infantil, pero no pudo evitarlo ahora que todo estaba normal... Y era inevitable que volviera a pasar.

Shidou quien ya estaba sirviendo los platos de comida, le puso el suyo a Nia en frente y puso el de él, y se sentó para mirar a Nia, estaba le sonríe.

—Arigatou.

—No me agradezcas. —le respondió feliz—. Nia, quiero hablar de algo.

—¿De qué?

—Es... Sobre lo que acabamos de pasar. —ese comentario hizo tragara—. Lo que quiero decir es que, tenemos que intentar comprendernos...

—¿Eh? —murmura sin entender.

—Sí, mira ya pasamos por esta situación y nada nos asegura que no vuelva a pasar. —Nia solo asiente, estaba consciente de ese detalle—. Entonces, lo mejor que podemos hacer el prometernos contarnos todo, inseguridades, problemas, disgustos... Y bueno, ya entiendes lo que quiero decir, para tener en cuenta al otro y no hacernos sentir mal e intentar lastimarnos lo menos posible.

—¿Intentar? —pregunto, estaba algo molesta, pero tenía claro que podía pasar—. Creo que tienes razón, pero decirlo me molesta, te amo y lo que menos deseo es lastimarte. —dijo tomando su mano.

—Yo tampoco, pero no estamos exentos de hacerlo, aun amándonos con todo el corazón. —dijo apretando ligeramente su mano—. Sabes que te quiero a mi lado, tomaste mi corazón sin siquiera saberlo, y no creo que alguien pueda cambiar eso, y por eso odio cuando te hago sentir mal, perdóname por eso de la universidad, nunca quise lastimarte.

—Gracias, pero también es mi culpa. Tú has arriesgado la vida en más de 1 ocasión por mí, y no debí pensar eso.

—Estabas en tu derecho, y realmente es mi culpa, tú me contaste tus inseguridades y yo... —dijo bajando la mirada.

Nia con su otra mano toma su cara.

—No puedes aislarte de tus compañeros o compañeras por eso, tienes el derecho de vivir tu vida escolar como se debe. Es difícil ver eso, pero entiendo que no puedo evitarlo. Además, mi chico no me dejaría.

—Nia, sé que dije algo de tomarnos algún tiempo. —dijo tomando la mano que tiene en su cara con suavidad—. Pero, con todo el tiempo que llevamos conociéndonos, cada vez solo puedo pensar que no son más que tonterías, inseguridades mías, sobre que podrías enamorarte de alguien más, no deseo continuar así...

—Shidou, te quiero eso nunca lo dudes.

—Lo sé. —responde—. Por eso, no quiero esperar más ¿Serias mi novia?

—Jeje, me encantaría. —sonríe de forma cálida—. Es bueno poder hablar y entendernos.

—Sí, entonces ¿Estamos de acuerdo? Con la promesa.