Capítulo 1

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Maddy

El frío cubre toda mi habitación, provocando que me acurruque más sobre mi cama y vuelva a mi mente esa maldita pregunta que lleva atormentado hace mucho tiempo.

Mi mente no esta en paz

Nunca lo ha estado

¿Realmente soy feliz?

Y aunque ya sé la respuesta, trato de  convencerme de que si estoy bien, de que todo en mi maldita vida esta bien.

Tengo varios motivos para no estar feliz y uno de esos motivos se encuentran discutiendo justo ahora como siempre.

Me levanto de la cama, cojo un vaso que tengo en la mesita de noche y salgo de la habitación para ir al baño para llenar el vaso con agua. No pienso bajar a la cocina con ese caos, los gritos son más claros desde aquí.

—¡Otra vez borracho, que nunca te cansas de beber! —esa es la voz de mi madre.

—¡Déjame! ¡Tú no te metas en mis asuntos, mujer! —refuta mi padre más fuerte.

¿Acaso no se cansan de repetir esta rutina?

—¡Me meto porque estoy harta de tu mierdero, me tienes harta! ¡Siempre es lo mismo! —grita mi madre

—!¿Entonces por qué mierda te casaste conmigo?!

—¡Por estúpida! —le responde mamá y seguido de eso oigo un fuerte ruido, seguramente lanzó algo del coraje.

En eso, oigo pasos subiendo la escalera, veo la silueta de mi madre, salgo del baño con el vaso lleno de agua y sigilosamente trato de ir hacia mi habitación, pero mi madre me alcanza.

Aquí vamos de nuevo.

—¡¿Qué haces todavía despierta?! —grita— ¡¡Es más de medianoche!!

Me quedo callada, si no le respondo es mejor. Se acerca hacia mí, agarrando bruscamente mi brazo y me arrastra a mi habitación, al entrar dejo del vaso sobre la mesita de noche.

—¡¡Tú también me tienes harta!! —sigue gritando— ¡¡Te la pasas estorbando y no agarras nada de responsabilidad!! ¡¡Pasas metida en esta habitación y no salesss!! —Me empuja hacia la cama y me dejo caer en esta.

Mi madre sigue gritando cosas hirientes como de costumbre, a este punto ya no la escucho, me limito a mirar la pared del frente. Llega el momento en que se cansa de gritarme y sale de mi habitación dando un portazo.

Suelto un suspiro y hecho la espalda hacia atrás, mientras miro el techo siento como lágrimas quieren salir de mis ojos, pero restriego mis manos en ellos evitando el llanto, cada día me dan más ganas de volver a sacar la caja que yace bajo mi cama.

Mi vista va hacia mi ventana abierta, bueno ella dijo que saliera más así que...

Me coloco uno de mis suéteres, también cojo mi celular, audífonos y los guardo en el bolsillo de este. No era la primera vez que me escapaba un rato de casa.

Me acercó a la ventana y visualizo el árbol que está muy cerca de ella, plantar ese árbol de niña sin duda fue una de las mejores decisiones de mi vida.

Salgo con cuidado de la ventana y me aferro a una de las ramas, para así con cuidado poder descender al suelo. Cuando logró mi cometido me sacudo un poco para poder sacar las hojas del árbol que se quedaron en mi cabello y acomodó mi suéter.

Comienzo a caminar hacia la valla trasera, pero una voz hace que me sobresalte.

—¿Estas escapando otra vez de casa Maddy? —pregunta el sujeto con voz arrogante.

Maddy & Bobby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora