Capitulo 2

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Maddy

¿Sabes que es peor que comprar una caja de cereal y que no venga premio? ¿O que te compres un helado y justo antes de que te lo vayas a comer se cae?

Ir al colegio un lunes a las 6 de mañana y que esté lloviendo.

Ese es en mi caso....

Aquí me tienen caminando entre la lluvia con tan solo un paraguas el cual evita que me empape por completo. Lastima que ese no es el caso para mis zapatos, se me olvido ponerme botas de lluvia. Y eso me molesta.

Odio el colegio.

Odio los lunes.

Odio la lluvia.

Tengo sueño, ayer no pude dormir bien y las patillas no me hacían efecto. Intento pensar en otras cosas para calmar mi mal humor.

¿Cómo es que las abejas pueden volar si su cuerpo no está diseñado para aquello?

¿Los perros de verdad ven en blanco y negro?

O ¿Cuál es la clave de la felicidad?

Según Nietzsche, la felicidad es posible cuando surge de las leyes propias del individuo y será proporcional a su tamaño.

Según mi profesor de matemáticas, encuentras la felicidad en la madrugada comiéndote un taco calentado en el microondas.

La verdad creo que necesita urgente salir de su casa.

Pero el que más me parece absurdo es la respuesta que me dio una vez abuelo, él dijo que la felicidad se encuentra cuando consigues a la persona correcta para pasar el resto de su vida hasta que envejezcan y se hagan pasitas juntos.

Puras mierdas.

Después de un largo rato al fin llego a esta cárcel, llamada escuela.

Cierro el paraguas y lo coloco en la sesta que está junto a la puerta con los otros paraguas y me dirijo a mi clase cuando cruzo el umbral de la puerta, la visualizo....

Solana.

Su presencia me hace sentir menos molesta, tomo asiento junto a ella.

—¿De mal humor como siempre?— pregunta ella

—Aja— digo colocandome los audífonos y me recuesto sobre el pupitre.

Ella coloca su mano sobre mi cabeza y comienza a acariciarla.

—Si que los días lluviosos te ponen de mal humor—sigue con el movimiento en mi cabeza y vuelve a hablar—pero sácate los audífonos y no te duermas, el profesor está por venir.

—Dile que estoy enferma—susurro

—Tienes que ser más responsable—saca su mano de mi cabeza— Hablando de eso...

Aquí viene el sermón.

—¿Qué andabas haciendo en medio de la noche fuera de tu casa? Acaso no sabes que puede ser peligroso.

—Lo sé, ese era el punto.

—Pero Maddy,  preocupaste mucho a tu familia y estuviste con ese...

—Jhon te ha contado con muchos detalles el chisme— le recrimino, quitando su mano de mi cabeza y recostando mi espalda sobre el respaldo de la silla.

—Eso no tiene nada que ver—intenta defenderlo —Él me cuenta porque se preocupa por ti.

Él nunca lo ha hecho

Mientras ella seguía hablando yo tan solo me dedicaba a no escucharla y pretender que le pongo atención. Es una de las habilidades que aprendí con el tiempo, con mis padres es demasiado útil.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2022 ⏰

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