Parte Única

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Inosuke limpiaba la sangré de demonios qué su katana tenía, Lento, fingiendo concentrarse en aquello.

— ¡Inosuke!, ¡Deja esa cosa y cuida de nuestro hijo Mientras voy a ayudar en la finca mariposa!

Aoi grita y él voltea su rostro para verla desganado, esta vez no le dirá nada, no quiere qué su esposa rompa otra de sus katana o qué le rompa los huevos -Literal- de una patada. Vuelve a lo suyo y escucha a Su amargada esposa darle un besó su pequeño hijo e irse -No sin antes darle un beso en él cabello a él- dejándolos solos.

Bufa, ¡Él es el gran Inosuke!, ¡El rey de la montaña!, ¡No un niñero de pacotilla!. Pero claro, Aún quería tener más hijos y si Aoi volvía a golpearlo ya no tendría ni para divertirse un rato con su esposa.




Por fin, cuándo por fin había terminado de limpiar toda aquélla sucia sangré, cuándo por fin podía ser libré... Su querido Pedazo de carné se había despertado. ¿Mejor aún?, Llorando a mares queriendo a su madre.

—¡¡¡Ahhj!!!, ¡Eres peor qué tú Perra madre!

Le grita y él menor vuelve a llorar, haciendo qué sus ojos Verdes -Heredados de él- Se volvieran levemente rojizos. Inosuke no era bueno con los Niños, mucho menos si eran tan pequeños, ¿Qué clase de enferma mental era Aoi para dejarlo sólo con él? .

— A ver A ver — Le susurra cansado, sacándolo de su cuna con algo de brusquedad — Cagado no estas, Y leche en mis tetas no tengo para darte.

Bruto, no había otra palabra para describirlo como padre.

— ¡Ahhh!, ¡No sé qué hacer para callarte!

Con brusquedad se sentó en él suelo con su pequeño en brazos, pensando, queriendo saber qué podría calmarlo. Aún que aquello fue resuelto al verlo sujetar su dedo meñique con algo de curiosidad, entonces lo recordó... La recordó.

—Te cantaré una canción — Le susurró, como si fuese a entenderlo— Pero si se lo cuentas a tú perra madre te cortaré él dedo meñique.

Él pequeño oji-verde sonrió e Inosuke también lo hizo, aunque con algo de arrogancia.

—Promesa de Meñique, Promesa de Meñique. Te protegeré, te lo prometo. Hasta qué te vuelvas grande y fuerte, Tú papi te protegerá

Él pequeño descendiente del Hashibira sonrió, dormidamente, sujetando él meñique de su padre. Quizás, sólo quizás, Inosuke no era tan salvaje.




Cuándo Aoi llegó a su casa se sorprendió de sobremanera al encontrar a Inosuke en el suelo, durmiendo pacíficamente juntó a su pequeño hijo. Sonrió, Quizás él ser padre se le daba bien al Rey de la montaña.

Fin

Promesa de Meñique [Oneshot InoAoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora