Corazón corrompido[Reescribiendo]

010[Reescrito✔]

"Te mire y lo sabia.
No te podía dejar irte."

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-Dejame ir...

Exclamó con dolor mientras miraba todo aunque sabía que debía esperar era muy doloroso ver.

-No es el momento.

Exclamo con seriedad.

-¡No lo entiendes! Dejame ayudarla, dejame...dejame por favor

-No puedo y lo sabes...

[•••]

Emma sinto una fuerte presión en su corazón, otra vez habia soñado con Regina entre sus brazos muerta y la risas de su madre se escuchaban de fondo. Miro a su costado, allí estaba la morena durmiendo plácidamente pero no podía dejar de verla, sintió húmedo en sus mejillas. Lo sabia estaba llorando, temía tanto que se la arrebataran de sus manos, el dolor era verdadero. La rubia llevo sus manos a su boca tratando de ahogar su llano pero fue imposible para su compañera no escucharlo.

-Emma...

Dijo mientras tomaba a la rubia entre su brazos, Regina sentía como su corazón se rompia, le dolía ver a Emma así. A la dos Emma, la del futuro sufría tanto. Ella lo había visto porque cada vez que aparecía, el odio y la tristeza se podía ver en sus ojos mientras tanto su Emma, sentía ese miedo a perderla en un futuro cercano.

-No me dejes, Regina, No lo hagas...Si te pierdo, me volveré loca...

Dice Emma mirando a los ojos de la morena y esta quedo hipnotizada por los ojos verdes quien empezó acercarse poco a la morena. A unos centímetros para que sus labios se toquen, para cumplir un deseo tan anhelado por sus corazones. Emma miro a Regina y su mente recordó algo que no era suyo.

[•••]

-Ya estamos llegando, Regina.

Exclamó la rubia nerviosa, era su primer bebe después de Henry.

-¡Swan! ¡Te mataría sino fuera que dejaría a mi hija sin su progenitor!

Exclamó la morena enojada con la respiración agitada mientras trataba de aguantar a su pequeña hija dentro si misma porque la niña al igual que su madre siempre eran tan irresponsable en tema horarios.

-Llegamos, ¡Hey, Ayuda!

Le dijo a los doctores que estaba afuera. Eso hizo que todos actuaran.

-Swan te voy a matar...

Dijo Regina apretando la mano de la rubia mientras iba de en una camilla a la sala de partos. El sentimiento de miedo y alegría estaba presente en el aire.

-Bueno, Señora Swan, empecemos con los empujones, debe ser fuerte.

Dijo el medico. Durante unos 20 minutos, Regina empujo fuerte, pero su hija parecía que ahora no quería salir. Pero al final lo logro. Emma quedo totalmente embobada por su pequeña hija, una bebe de cabellos negros y ojos verdes, de tez morena. Era hermosa.

-Mama, ¿quiere cortar el cordon?

Dijo el medico mostrando las tijeras. Emma tomo delicadamente y lo corto. Los médicos se llevaron unos segundos a la bebe y la trajeron en una manta.