7.Taeyong

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Aquel beso fue totalmente inesperado, no creía que fuera capaz de hacer tal cosa, pero no pude hacer más que devolvérselo con el mismo amor y anhelo. Casi al instante las punzadas en mi corazón cesaron y la fuerza vino a mí como un soplo de vida. Me cogí a sus hombros queriendo gritar por lo que estaba haciendo, queriendo separarme para decirle que no muriera por mí, que no valía la pena arriesgarse de tal manera, pero por otro lado me era imposible separarme de él un solo ápice. Lo besé con furor y con devoción, lo besé hasta sentir mis labios hinchados y hasta que los suyos se detuvieron con lentitud.

Al separarme de él, tragué saliva con dificultad, sin querer enfrentarme a sus ojos faltos de vida, sin querer enfrentarme a la muerte del amor de mi vida.

Más lágrimas cayeron de mis ojos y pequeños hipidos escaparon de mis labios intentando retener un llanto desconsolado.

—Taeyong...— Abrí mis párpados intentando asimilar que había escuchado su melodiosa voz.

Conteniendo el aliento alcé mi vista encontrándome con su deslumbrante sonrisa y sus hoyuelos graciosamente marcados en sus mejillas.

—Pero... ¿Cómo? Pero... Jaehyun...— La incredulidad, la confusión y la alegría se mezclaron haciendo de mi reacción un cruce entre llanto y risa.

—No lo sé, no sé nada excepto que te amo, Taeyong. Dime ¿Te sigue doliendo? ¿Te encuentras mal?— Preguntó mientras secaba mis lágrimas.

Negué rápidamente con la cabeza y sonreí porque realmente estaba feliz, porque creía imposible que algo así pudiera ocurrir.

—Me encuentro mejor que nunca, como si hubiera recuperado una parte de mí que no sabía que necesitaba... Me siento como si hubiera recuperado mi alma, Jaehyun, me siento completo.— Susurré en respuesta.

—Déjame... Déjame intentarlo de nuevo.— Dijo para después coger mi rostro entre sus manos y fundir nuestros labios otra vez como si fuera la primera y la última.

Nos pasamos la noche entre besos, caricias y susurros donde nos contamos anécdotas del pasado, vivencias y proyectos de futuro. Por una vez en la vida sentí que podía abrirme a alguien sin tapujos ni vergüenza, me sentía una persona normal en vez de un monstruo. Aún mejor, a su lado me sentía invencible. Él era lo que durante tanto tiempo había estado buscando, él era mi otra mitad, más que mi alma gemela, él y yo compartíamos una sola, haciendo de nosotros algo más íntimo e inigualable.

Desperté a la mañana siguiente enredado con las sábanas y con un brazo posado en mi cintura. Abrí los ojos lentamente encontrándome con Jaehyun y su hermosa sonrisa. Sonreí al igual que él, pero de forma algo tímida al saber que me había estado observando y al darme cuenta de que nada había sido un sueño sino una realidad bastante onírica.

—¿Cuánto tiempo llevas mirándome?— Dije mientras me restregaba los ojos.

—Lo suficiente como para memorizar cada poro de tu piel.— Contestó haciéndome sonrojar.

Reí levemente y escondí mi rostro en su cuello, tranquilizándome con su aroma y con su presencia ya que me abrazó, rodeándome con su calor.

—¿Qué hora es?— Murmuré sin ganas de moverme para mirar la hora siquiera.

—Deben ser las diez o así, ayer nos fuimos a dormir bastante tarde, te quedaste dormido mientras te contaba como mi hermano me solía perseguir de pequeños para poder abrazarme.— Comentó con cierto tono acusatorio haciéndome reír.

Dejé un pequeño beso en su hombro y lo miré, dejé más besos en sus mejillas y por último lo besé en los labios, sin poder evitar sonreír a la mitad del beso.

Try Again | Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora