San Giuliano

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Ambos sonrieron mientras se relajaban.

-Sabes algo Seth, no conozco a Seto Kaiba pero eh escuchado, que es muy buen duelista, para mi seria un honor batirme en un duelo contra el.-
-Si lo conozco... No es nadie fuera de lo común.-
-Y es tan bueno como dicen?-
-Quizas si me vences a mi lo venzas a el...-
-Por que?-
-Porque yo fui su maestro... Tengamos un encuentro amistoso.-
-Si!-

Yami y Seto desenvainaron sus espadas, los aceros chocaban en el aire, era como si una conversación entre los aceros se llevara a cabo, Yami era bueno pero Seto era mucho mejor y mas fuerte.

Yami en un mal movimiento cayo al suelo, con una radiante sonrisa en su rostro.

-Que fuerte eres.-
-Gracias Yami... Dejame ayudarte.-

Seto lo ayudó a ponerse de pie pero con demasiada, fuerza haciendo que chocara con su pecho. Yami miro a Seto con sus mejillas rojas por el sonrojo que eso le habia proporcionado.

-Estas bien?-
-Si pero ya debo irme...-
-Volveré a verte?-
-Si mañana a esta hora... Nos veremos aqui mismo.-
-Me parece bien.-
-Quiero que me enseñes como hacer esos movimientos.-
-Claro... Entonces hasta mañana.-

Yami se despidio y monto a su caballo, alejandose de Seto. El ojizafiro miro a su caballo mientras acariciaba su frente.

-Por fin me bati en un duelo contra el, y sabes algo Drago? Es mucho mejor de lo que dicen los chismes... Ademas ay que admitir que tiene ángel, es un chico muy lindo... Que? No me veas asi no estoy enamorado... Ya vamonos antes de que madre empiece con sus dramas.-

Al día siguiente ambos se alejaron de sus casas para verse en el bosque de San Giuliano, con el pretexto de ir a la celda del fray Javier.

Al verse se saludaron, practicaron esgrima durante una hora y media, quedando muy cansados. Yami se sento a un lado de Seto pero el sueño lo venció quedando dormido en el hombro de Seto.

-Descansa Yami...-

Seto lo acomodo en su brazo mientras, recostaba la cabeza en la mullida cabellera de Yami, ambos durmieron hasta que el relinchar de los caballos nerviosos los despertaran.
Ambos se despertaron de golpe tomando sus espadas, viendo con terror una bestia mutante de un tamaño de 3 metros.

-El hombre bestia?!-

Dijeron los dos al mismo tiempo Seto se lanzo al ataque blandiendo su espada con fiereza, Yami le secundo con el ataque, pero el mounstro que era mas grande y fuerte tomo a Yami aventandolo hacia un acantilado, Seto al ver a Yami en peligro se acerco a el, socorriendolo.

-Tranquilo no voy a dejar caerte.-
-Seth... Déjame salvate de esa criatura...-
-No voy a dejarte solo...-

La criatura mounstrosa se transformo en una hermosa dama, de cabellos dorados cual rayos del sol, y rojos labios cual carmín. Quien veia al par de chicos que a pesar del peligro no se dejaban caer, la dama levanto su mano con un suave movimiento ayudando a los dos jóvenes.

-Yami... Estás bien?-
-Seth...-

Yami lo abrazo ocultando su rostro en el pecho del mayor.

-Tranquilo todo estará bien ya lo verás...-

La dama los veia con curiosidad, ese bosque estaba protegido por la hermosa y poderosa ninfa, hechicera Mai. La cual se transformaba en un mounstro para alejar a los soldados que usaban el bosque para casar, o para convertirlo en un campo de batalla. Amaba ver a las parejas, enamoradas y sonrientes, pero al verlos batirse en un duelo simplemente su ira tomo el control de su cuerpo.

Seto tomo del mentón a Yami viendolo a los ojos, las pupilas dilatadas del menor, delataban lo nervioso que estaban.

-Tranquilo Yami todo estará bien.-
-Tengo miedo...-
-Ya paso... Todo esta bien.-

Seto acaricio el cabello del menor, Mai sonrio pues reconocia lo que habia en esa mirada.

Mai se transformo en una aguila observando desde las alturas a la pareja. Yami y Seto se vieron a los ojos por unos instantes, poco después se fueron cada quien asus casas, para al dia siguiente ir a verse.

Asi lo hacian todos los dias empezando a levantar las sospechas de que algo raro estaba pasando. Kozaguro Kaiba envio a su mas leal sirviente Ronald, a vigilar a su hijo y ver con que mujer se veia su hijo, el padre de Yami le pidio a Joey que vigilara a su hijo, para saber a que chica se estaba cortejando.

Joey y Ronald como los mas leales siguieron a sus amos, encontrandolos en el bosque acompañado de otro hombre, pero no era uno cualquiera era un hijo del enemigo.

Joey sonrio con tristeza al ver la felicidad en los ojos de su joven amo, Ronal no podia tener la boca mas abierta por que no podia.

Los ojos de ambos cada vez que se veian, encontraban en el interior del otro un universo que querian conocer.

Seth tomo el mentón de Yami besandolo con ternura y pasión, Mai al ver el beso se transformo en una corriente de aire tibio impidiendo el paso y la vista a los dos espías, para que Yami y Seto pudieran dar rienda suelta a la pasión que se guardaban.

Sus besos eran tibios suaves y profundos, Seto apoyo a Yami contra el suelo, para acariciar su cuerpo bajo la ropa, encendiendo la pasión que habia entre ambos, entre jadeos y gemidos ambos se entregaron en cuerpo y alma, la ninfa que jamás habia visto una entrega de amor como aquella sonrio muy feliz pues había mucho amor entre ellos.

Durmieron después de su acto amoroso, al despertar se vieron, a los ojos con tanto amor y cariño.

-Te amo Yami...-
-Seth yo también te amo.-
-Me amas muchísimo?-
-Mi amor por ti es infinito... Yami yo hay algo que debo confesarte...-
-Y que es?-
-Mi nombre es Seto Kaiba.-

Yami lo miro con asombro para despues besarlo con ternura.

-Te amo... No me importa tu apellido.-
-Yami... Se mi esposo nos iremos de aqui empezaremos una vida juntos.-
-Seto es muy repentino...-
-Aun eres joven como yo, pero no podria vivir sin ti.-
-Mañana nos veremos en la celda de fray Javier.-
-Te vere mañana...-

Yami y Seto se despidieron con la promesa de verse de nuevo.

Yami x SetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora