Prólogo

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Tener un trastorno obsesivo-compulsivo no es solo una necesidad de orden; es una batalla constante por mantener el control absoluto de tu entorno, de las personas a tu alrededor, y sobre todo, de ti misma. Cada día es una guerra silenciosa por mantener las piezas en su lugar. El cabello perfecto, la rutina perfecta, cada momento ejecutado conforme a un guión que solo tú comprendes. Todo debe suceder tal como lo planeaste.

Pero, tarde o temprano, la vida siempre encuentra la forma de recordarte que el control es solo una ilusión. No importa cuánto lo intentes, no puedes controlar a los demás, ni evitar que las circunstancias te empujen hacia los límites de tu resistencia. Y cuando el caos se desborda, cuando la ansiedad te consume y sientes que el abismo está a un paso de distancia, esos momentos te abruman. Y en medio del desorden y la desesperación, llega el pensamiento de la muerte, como si fuera la única salida ante un dolor que parece interminable.

¿Alguna vez has estado al borde del abismo? Yo sí. Y no solo una vez. He estado en ese borde tantas veces que ya perdí la cuenta. Porque cuando el corazón se rompe, cuando sientes que no puedes seguir, a veces haces cosas que parecen no tener sentido, cosas que te duelen más de lo que alivian. Te lanzas a decisiones impulsivas, casi como si el caos fuera lo único que puede ayudarte a sentir algo, así sea por sólo un segundo.

Aunque, en realidad, el dolor que me consume va mucho más allá de un simple corazón roto. Porque hay heridas que parecen imposibles de sanar, recuerdos que una vez me obligué a olvidar, y miedos que me persiguen sin descanso. La idea de que nunca voy a ser "normal," de que hay algo en mí que siempre estará roto, es como un eco constante, es la certeza de que quizás siempre estaré huyendo de mí misma. Huyendo de ese pasado al que no quiero mirar, pero que siento como un peso en cada rincón de mi mente.

Me he pasado tanto tiempo controlando el mundo a mi alrededor para evitar enfrentar todo eso, que he olvidado cómo lidiar con lo único que realmente importa yo misma.

Y justo cuando me encontraba al borde del abismo, apareció él. Un desconocido. Alguien que podría ser mi salvavidas o, tal vez, el detonante de un caos irreversible. Un solo paso en la dirección equivocada, y todo podría derrumbarse, o tal vez podría encontrar en él una salida que nunca imaginé.

Esta es mi historia soy Aby y tengo T.O.C

Un Día A La Vez (T.O.C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora