⊹ ुुुु𝙐𝙥 𝘽𝙖𝙗𝙚 ᵏᵃⁱ ᵉˣᵒ

°Up°

"Volveré pronto ¿si?"

"Okey mamá" dije sonriendo y dejando un beso en su mejilla "ve con cuidado".

"Suegra cuidese mucho"dijo Kai a mi lado. Ella lo miro sonriente y se acercó para abrazarlo.

Luego de que le diésemos la debida despedida a mi madre Jon y yo entramos a la casa. Avise que haría el almuerzo y el encantado aprobó mi idea. Dejo un dulce beso en mis labios y dijo que estaría en la habitación.

Me encamine a la cocina y saque la pasta para preparar espaguetis. Hice todo lo necesario incluida una pasta de tomate sazonada especialmente como a el le gusta. Por último un postre de vainilla y helado de chocolate. Su favorito.

Una vez termine todo me dirigí a la habitación a llamar a mi esposo. Subí las escaleras y entre directamente al cuarto. Mi sorpresa fue encontrarme a mi marido acabado de duchar solo con una toalla envuelta bajo su cintura y otra en su mano secando su cabello.

"Oh..yo lo siento ..no sabía..yo"comencé A balbucear apenada.

"Amor no te preocupes" dijo el acercándose "igual algún día me tendrás que ver con menos que esto" insinuó.

Yo era consciente de ello, y valla que quería ver mas allá de esa toalla. Tan solo hay que fijarse el pedazo de marido que tengo. Tiene un cuerpazo de infarto y un rostro tan varonil que dan ganas de pasarse el día besándolo y adorándolo.

Pero yo como una estúpida solo me empeño en mantener la imagen de mujercita buena y dulce. Ya hasta a mi me cansa, y al verle con esas sonrisas tan sexis y tan dispuesto a veces me dan ganas de acabar con toda esta farsa.

Y esta es una de esas veces.

"Solo venía a decirte que la comida ya está lista" dije suavemente.

"Esta bien ya bajo" dejo un beso en mis labios y se dirigió al closet.

Tan solo salir me empecé a hechar aire con la mano, como si eso quitara mi calentura. Mi vagina se había lubricado al ver tal espectáculo. Y es que no era para menos. Madre mía!

Una vez comimos el propuso ver una película y mientras la escogía yo me dediqué a lavar los platos. Cuando casi terminaba sentí unas manos en mi cintura y enseguida supe de quien se trataba. Su aliento chocó con el lateral de mi cuello y yo maldecía internamente por no tener la valentía de girarme y  tomar lo que es mío.

"Linda, ya deja eso y ven conmigo" reclamó en un volumen bajo cerca de mi oído."Anda ¿si?"

"Esta bien." me rendí y quite con cuidado los guantes de látex que cubrían mis manos. Trate de moverme pero Jongin me lo impidió."¿Amor? Me das espacio?"

"Umh" beso lentamente mi cuello y apretó más su agarre a mis caderas."que tal si dejamos la película para mas tarde"

¡Oh! claro que la podíamos dejar para mas tarde. Sobre todo si ese "mas tarde" incluía sexo con mi sexy esposo.

Esta seria la primera vez que estaría con el. Pero no haría lo que tanto mi madre me había aconsejado, si lo iba a hacer lo haría a mi manera. Así que me giré y aun manteniendo su agarre en mi tome su rostro entre mis manos y lo besé. Al principio lento y pausado, como de vez en cuando hacíamos sin llegar a nada más. Pero ya teníamos edad como para pasarnos esa etapa de besos de adolescentes así que mi ritmo subió.

El aceptó encantado mi lengua danzando fogosamente en su boca y se notaba lo sorprendido que estaba, así que traté de controlar mis instintos y necesidades para mas tarde explotarlos. Una vez el aire nos hizo falta nos separamos apenas centímetros, los suficientes para poder hablar.

"Wow pequeña, eso fue increíble" habló lentamente el.

"Y aun falta amor" dije "aun falta"

El me miró sorprendido y yo aproveche para atacar de nuevo sus labios. Pero esta vez desde el inicio como una salvaje introduje mi lengua en su boca y me apreté contra el. El respondió bajando mas sus manos a mi trasero y apretando con suavidad allí.

Vale lo entendía, entendía que tal vez para el yo era una "santa" y todo esto era nuevo para mi. Pero yo necesitaba que el sacara su lado animal y hiciera lo que sabe hacer. Que me comiera a besos con necesidad y que me apretara mas a su cuerpo. Necesitaba más.

Y al ver su ritmo lento en lo que yo necesitaba fuese rápido me apresure yo en encargarme de ello. Bajé una de mis manos hacia su entrepierna y una vez allí apreté contra la fina tela de su pantalón deportivo la ya latente erección que escondía. Un gemido no se hizo esperar y yo encantada de ello me separé de su boca para hablar:

"Hoy quiero darte placer amor"