KSJ ¦ HANDSOME GUY? #2

I'm handsome I know;

SeokJin frunció el ceño por quinta vez en lo que lleva de aquella mañana. Al parecer la situación estaba cada vez peor, y eso, eso no era nada bueno.

La vida estaba siendo una perra con él, definitivamente, una maldita perra.

Y no lo entendía.

¿Qué había hecho él, una belleza andante y extraordinaria, con la vida? Claro, aparte de nacer y dar color a este mundo infernal, no lo sabía, y no lo entendía.

Suspiro y abrió la puerta de golpe, exaltando a las dos personas que se encontraban adentro.

— Señor Kim, ¿no le han enseñado a tocar? —Le cuestionó el entrenador del equipo de fútbol del instituto.

El alto hizo una mueca mostrando su irritación— Ahora no estoy de humor para ese tipo de mierda. —respondió ignorando la posible mueca ofendida del mayor, miró a su amigo— ¿Y el mocoso llorón de Jeon?

— Está adentro. —señaló a las duchas— Pero te sugiero que no entres está con Roger-...

Y no pudo terminar el de ancho hombros ya se encontraba adentro.

— ¿Qué le sucedió? —Preguntó sorprendido a su alumno.

— Lo de todos, mal de amores. —respondió encogiéndose de hombros.

SeokJin frunció el ceño al ver a su menor siendo abrazado como un peluche por una niña emocionada con su juguete favorito.

¿Por qué él no podía tener eso? ¿Tan difícil era que esa chica se sacará esos feos lentes, que la hacen ver de algún modo bonita, para que viera a tal obra de arte frente a ella? No lo entendía.

Jodidamente no lo entendía, él tenía todo lo que una chica podía desear, pero ella, ella parecía que no necesitaba nada de lo que SeokJin le ofrecía.

Había estado colado con esa joven desde hace dos años y apostaba su apreciada colección de muñecos de Mario Bros que ella ni lo sabía.

Estaba frustrado, tan frustrado desde está mañana cuando la vio de lo lindo con un chico que ni siquiera le llegaba a sus preciosos talones.

Él era mil veces mejor que ese enano debilucho.

— SeokJin, ¿necesitas algo? —Salió de sus pensamientos cuando escucho la voz tranquila de Rogers que seguía abrazando y acariciando la cabeza de Jeon.

— Sí, quiero que... —ella me preste atención. Se aclaró la garganta disgustado de sus penosos y patéticos pensamiento, miró a su menor siendo mimado por su novia—; Quiero hablar con JungKook. —fue un consuelo que su voz haya sonado con su normal tono de arrogancia y no como se sentía; asquerosamente débil y patético.

La chica frunció el ceño preocupada pero SeokJin le sonrió de lado mientras se cruzaba de brazos y fingía desinterés. No queria molestar a nadie con sus problemas. Porque Rogers no tenía nada que ver con sus vergonzosos y lamentables problemas amorosos. La única que tenía la culpa, y que todavía no se hacía cargo, era esa chica que le pidió con una horrorosamente linda sonrisa el favor de hablar con JungKook sobre unos papeles de química que ella necesitaba y ese mocoso irresponsable no le había dado.