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El cielo estaba oscuro y el viento mecía las hojas de los árboles, la noche había llegado y con ella el frío del invierno, las estaciones habían ido pasando, una tras otra, Kyungsoo había tenido a su cachorro y Baekhyun se había unido con Chanyeol y a pesar de que para los demás todo eran celebraciones no lo sentía como tal.

Se sentía sólo y hacia muchísimo tiempo desde la última vez que se había sentido así, mucho antes de conocer a Kyungsoo y a Baekhyun, había pasado mucho tiempo corriendo en solitario, no era algo que quisiera volver a experimentar. Pero no podía estar a su lado, estar rodeado de tanta felicidad y tanta ilusión lo ponía enfermo.

Quería al pequeño Ahn había sido amor a primera vista, tenía los ojos de Kyungsoo, una mirada llena de tantas cosas que era increíble para un ser tan pequeño, era un bebé muy especial no podía negarlo y daría su vida por protegerlo porque era parte de su familia, pero se sentía un extraño entre tanta felicidad.

Salió de la casa y tomó un poco de aire, las risas se le hacían pesadas, tanta ilusión, tanta alegría, tanta emoción y felicidad, no sabía cómo sentirse, estaba abrumado.

Miró al cielo y suspiró, la luna siempre había sido su aliada, siempre lo había hecho sentirse bien y sin embargo ahora sentía que le faltaba algo.

Llevaba semanas sintiéndose enjaulado, sentía a su lobo revelarse en su interior, estaba peleando, quería salir, pero desde que estaba en la manada de los Kim su cambio se había vuelto cada vez más doloroso.

Escuchó un traqueteo en un lado de la fachada y se llevó la mano a la cabeza, esa era otra de las razones por las que se sentía forzado a marcharse.

-JongDae por favor, no es el momento.

El lobo subió los escalones de la entrada y se sentó a su lado.

-Sólo quería verte, hablar un poco contigo...

-No sé cuántas veces te lo he dicho, no estoy interesado en este tipo de charlas.

-Pero yo sólo....

-Si estoy aquí es porque hice una promesa JongDae, no por ti y lamento que la luna haya decidido darte un compañero que no está dispuesto a serlo.-Suspiró y se puso de pie.

Esa era otra de sus razones para querer salir corriendo, nada funcionaba con JongDae, lo había ignorado, lo había golpeado, había hecho todo lo que se le había pasado por la mente con tal de alejarlo, de quitarle las esperanzas de que algún día terminarían juntos, pero seguía insistiendo, no tenía límite.

-Lamento no ser quien quieres que sea y no poder darte lo que quieres, pero yo no soy así.

Bajó los escalones y suspiró, sólo había una cosa que pudiese hacer para escapar de todo y aunque le doliese no tenía otra forma de sentirse por lo menos un poco libre.

Soltó un poco de aire y dejó que el cambio actuase, sintió los huesos partirse y reacomodarse, sus músculos desgarrarse y gimió del dolor, jamás había sido tan difícil cambiar.

Tomó un poco de aire ya sobre sus cuatro patas y miró alrededor, JongDae lo miraba fijamente y sí sabía lo que le estaba pidiendo lo que quería, quería que corrieran juntos sobre sus cuatro patas como un pareja de lobos, pero no podía, era un lobo solitario siempre lo había sido, había cambiado por Kyungsoo y Baekhyun, pero ahora ellos tenían sus familias, planes de futuro en los que poco a poco dejaría de tener un papel.

Ya le había pasado, ya lo había vivido, sus padres lo habían abandonado cuando tuvieron su tan deseado heredero alfa, lo habían tirado como si no fuese nada y había vagado sólo durante tanto tiempo que no sabía cuánto había sido realmente, había pasado años en su forma de lobo y aunque sus hermanos lo quisieran, pasaría algo similar, no tenía dudas, era simplemente un cabo suelto.

Miró hacia adelante y corrió, era lo único que podía hacer por el momento, lo único que estaba bajo su control, había llegado el momento de hacerse a la idea, de dejarlo pasar, era otra etapa de su vida que debía superar y volvería a ser lo que siempre había sido, un lobo solitario. 

Llegó a un pequeño claro y frenó, miró alrededor y olisqueó, el cielo estaba oscuro y no podía ver bien aunque se encontraba en sus cuatro patas, la oscuridad se había adueñado completamente del bosque, y aunque en otro momento lo consideraría como algo normal ahora podía decir que había algo diferente, sentía un pequeño cambio en el ambiente, un sutil aroma danzaba entre el viento, había algo que estaba provocando que se le erizaran todos los pelos de la espalda.

-Minseok...

Enseñó los dientes y se dio la vuelta, JongDae permanecía a su lado mirando alrededor, lo miró y comprendió por qué estaba ahí, los había sentido y había salido tras él y aunque su intención fuera buena lo único que provocaba era ponerlo en desventaja, JongDae no sabía controlar su cambio y eso lo hacia muy inestable, no podía defenderse bien y eso era un gran problema en una lucha cuerpo a cuerpo. 

Vio una sombra moverse entre los arboles y aulló, era mejor que todos estuviesen avisados, se acercó más al cuerpo de JongDae casi pegándose a él, que no quisiera ser su pareja no implicaba que desease que lo descuartizaran en mitad del bosque.

Escuchó un gruñido y se preparó, no era la primera vez que tenía que luchar en desventaja, pero aún así se sentía diferente, levanto la cabeza y miró a JongDae de costado, esperaba que al menos supiera defenderse.

"Ghost Driver" (ChenMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora