Preface

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Tenía un miedo increíble en su interior mientras aquellos tipos golpeaban su cuerpo, pero aún así no dejo que ningún grito escapara de sus labios y tampoco mostró el dolor que los golpes le dejaban, había aprendido hace años a soportar golpes peores, todo había ocurrido por una maldita fotografía, una que mostraba el como asesinaban a una mujer, dios la librará de morir a manos de esos hombres.

Hijos de puta.

Uno de ellos tomo la cámara y la destruyó contra el suelo, Tara maldito en su interior mientras la cámara que le habían regalado en el orfanato era destruida por aquellas bestias, se removió furiosa gritando.

—¡Cierra la boca maldita puta!—Un golpe en su mejilla la hizo voltear el rostro con fuerza,  el odio creció en su interior, habían destruido su cámara pero no las fotografías, sonrió mostrando sus dientes bañados en sangre, sabía con quién ir para obtener justicia por ello.

—¿De que te ríes?—Tara soltó una carcajada, el hombre enfureció y empezó a golpearla sin detenerse hasta que ella dejó caer su cuerpo hacia adelante, uno de ellos Tiro de su largo cabello rubio haciendo que levantará la vista, el matón frente a ella acarició su rostro y sus ojos brillaron con lujuria—La próxima vez que nos veamos tú estarás bajo mi cuerpo mientras te follo en todos tus malditos agujeros.

Un golpe en su estómago la hizo escupir sangre y su cuerpo cayó al suelo mientras ellos se alejaban riéndose de ella, Tara se dió vuelta mirando el oscuro cielo e intento levantarse apoyándose en la pared continua, observó el cuerpo de la mujer y se dejó caer de rodillas aún lado de ella, le cerro los ojos y agarró el camafeo que tenía en su cuello, luego con el mismo celular de ella llamo a la policía para luego alejarse del lugar con el celular de la mujer.

Siguió caminando y un par de patrullas pasaron aún lado de ella a toda velocidad, agarró su teléfono y busco el número del hombre al que tenía que seguir como una garrapata, era la única persona que podía ayudarla y sabía que lo haría, ella conocía aquel secreto que el buscaba.

—¿Quien habla?—La voz ronca del hombre se escuchó al otro lado de la línea y Tara tembló, entonces intento hablar pero la atacó  una tos que la hizo caer de rodillas, si seguía así iba a terminar muerta.

—Tara Williams para Servirle señor Rousseau—Tomo aire pero volvió a torcer, se recostó en la pared del edificio y jadeo de doloe—Señor le tengo información que le interesará, pero primero necesito pedirle un favor.

Iba a hacer un trato con el diablo.

Tara tomo aire pero el dolor en su estómago la hizo lanzar un grito de dolor, la línea al otro lado se quedó en silencio —¿Señorita Williams se encuentra bien?

—No—No pudo seguir hablando y corto la llamada, sabía que aquel hombre iba a encontrarla, se recostó en la pared y cerro sus ojos mientras intentaba pensar en otra cosa para alejar el dolor, mordiendo sus labios se levantó y empezó a caminar de forma lenta, media hora después sin poder aguantar más su cuerpo se fue hacia adelante cayendo de bruces contra el suelo, el golpe la hizo soltar un chillido y se quedó en el suelo mirando a la nada, se escucharán unas llantas de auto detenerse cerca de ella y como una persona se acercaba, alguien la tomo en brazos, ella observó dos ojos azules como el cielo y sonrió.

Una simple foto la había hecho terminar en el peor de sus estados, ahora en sus manos tenía la evidencia de un homicidio y aquel hombre era el único que podía ayudarla.

—Ivo...—Susurro antes de caer inconsciente.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2019 ⏰

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