Capítulo IV

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Después de aquel día pasaron semanas y Cele y Rubén cada vez eran más cercanos el uno al otro. Al cabo de esas semanas la madre de Cele llamó diciendo que el viaje de negocios iba a durar más de lo que ellos esperaban y que ya avisarían ellos cuando fueran a volver, desde entonces Celenia cambió un poco su actitud con Rubén. Ya casi era verano, Cele se fue sin decir nada a Rubén con sus amigas de compras al Centro comercial.

Narra Cele:
Cuando llegué le vi de pie junto al sofá, se veía que estaba bastante enfadado por no haberle avisado de que iba a salir con las chicas al centro comercial.

Rubén: ¿Porqué no me avisaste de que ibas a salir? Estaba preocupado (dijo alzando la voz)
Cele: Porque simplemente no tengo porque dar explicaciones de a donde voy y no voy, porque ¡Joder! ¡Ya no soy una niña! (Dijo molesta)
Rubén: ¿y que si no eres una niña? ¿No crees que al menos deberías avisar de que te vas y no desaparecer así de la nada como has hecho? No entiendo que hice mal para que ahora te comportes así, pero si quieres jugar, juguemos (Dijo con mirada rentante acercandose a Cele)

Le vi acercándose a mi y yo cada vez retrocedía más, hasta que topé con la puerta, ¡Mierda! No tenía escapatoria,él me había acorralado. Apoyó ambas manos en la puerta a la altura de mi cabeza, y me besó. Ese beso fue tan salvajemente perfecto que no quería que acabara, así que le seguí el beso. Él empezó a bajar sus manos hacia mi cintura, lo cual hizo que me estremeciera. El tiró de mi hasta que su cuerpo y el mío estuvieron pegados. Yo puse mis manos alrededor de su cuello. Invadidos por tanta pasión, me empujó al sofá, él se puso encima mía, y empezamos a quitarnos todo.

Al día siguiente cuando desperté, me quedé mirando su hermoso rostro, tenía el pelo algo despeinado y al igual que yo, estaba desnudo. Aún no podía creerme que aquello hubiera pasado.

Después de unos minutos él abrió los ojos, que poco después se encontraron con los míos.

Rubén:Que hermoso amanecer el de hoy—dijo sonriendo y rompiendo así el silencio— ¿Cómo estás?
Cele: Bien, aunque tengo agujetas y tengo que decir que dolió un poco ayer
Rubén: Es normal, siempre duele la primera vez
Cele: Bueno yo me voy a duchar —dije cambiando de tema e incorporandome
Rubén: Espera, te acompaño

Y efectivamente él me acompañó a la ducha y...juntos nos duchamos. Pude ver como miles de gotitas recorrían su cuerpo.

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⏰ Última actualización: Oct 17, 2019 ⏰

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Me enamoré de mi sexy niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora