Hope - Capítulo Único

507 48 30
                                    

«El Universo de Sword Art Online y sus personajes no me pertenece a mí sino a Kawahara Reki y A-1 Pictures. Los utilizo únicamente con el fin de entretener y participar en la KiriAsuWeek2019 realizada por el grupo Sword Art Online Fickers de Facebook».

Eso era todo lo que un hombre necesitaba: esperanza.

Charles Bukowski — Factótum.

Hope.

Desde que las cosas tomaron ese rumbo, Kazuto se tomaría el tiempo en las mañanas en un sencillo y silencioso ritual.

Cuando la luz del sol empieza a cosquillearle la nariz, Kazuto abre los ojos con suma lentitud, pues aún no se despega completamente del mundo de los sueños. Cuando tiene intención de moverse, cae en la cuenta de que se halla atrapado entre los brazos de alguien más.

Con una parsimonia propia de él, fue subiendo con la mirada hasta encontrar el rostro del intruso.

Y una vez más, el rostro angelical de Asuna le roba hasta el aliento.

No importa cuántas veces tuviese que pasar por aquella extraña revelación. Si Kazuto observase el pasado junto a sus errores y aciertos, no había nada de lo que realmente se arrepintiera, puesto que fueron esas equivocaciones y certezas las que lo llevaron hasta este momento, a ella.

Su rostro dormido es un poema de Wilde; hermoso, indescifrable, carente de imperfecciones humanas. Las finas facciones de su amada se compenetran de una manera mortífera, apenas cubiertas por las telas casi transparentes de su ligero atuendo. Kazuto le aparta un mechón de cabello rebelde, amenazando con perturbar su sueño.

Sonríe divertido al imaginar su expresión al recién despertarse. Y el corazón empieza a inquietársele desbocado de la emoción propia del amor verdadero.

Aún así, toma sus precauciones para no dejar de admirarla, pues es este momento, entre el rocío de la madrugada de su primavera recién llegada y el canto de los pájaros en la distancia, su favorito. Antes de que su amada abra sus ojos y lo enamore un poco más, a través de esos orbes avellana.

Se permite acariciar su rostro de ensueño, y la piel tan, pero tan suave de Asuna le estremece los sentidos. Ella sigue durmiendo, sumida en el más plácido de los sueños, y Kazuto no puede sino agradecer estos momentos de absoluto silencio en los que se dedica a rendirle tributo a su diosa.

Y sin saberlo, Kazuto le roba un beso silencioso, puro, libre de deseo alguno más que el de transmitir todo el amor que circula por sus venas y se le escapa por los poros. Puede sentir entonces cómo la risa de ella se escapa entre dientes, divertida por las manías de su esposo.

—¿Alguna vez dejarás eso? —ella sonríe mientras le toma el rostro con las manos, enternecida— Si no te conociera como te conozco y no te amara como lo hago, diría que eres un acosador.

Él, ah, él sólo sonríe, pues los ojos de su mujer le infundan tanta paz, que resulta sobrecogedora. Le roba un par de besos más, mientras siente sus cuerpos acercarse despacio.

—Buenos días Asuna.

Ella le da un beso en la frente, pues en el fondo él sigue siendo un niño. Uno que crece lentamente y a su par.

—Feliz cumpleaños, Kazuto. Te amo.

Y un montón de rinocerontes pastando en su estómago empiezan una estampida que acaba con Kazuto derramando lágrimas de orgullo, porque ni siquiera él puede creer tanta felicidad contenida en unas palabras tan pequeñas, pero poderosas.

—Yo también te amo, Asuna —Ella lo atrae hacia sí y él se deja hacer, dejando que Asuna lo condujera a su pecho, abrazándola, haciéndole cosquillas con la nariz y sacándole risas escondidas entre besos robados —. Eres el mejor regalo que pude haber recibido.

Ahora es el turno de ella para sentir cómo sus ojos ya no pueden contener las lágrimas y se deja hacer por su esposo, quien la acuna entre sus brazos, compartiendo con ella aquella felicidad tan propia de los dos.

—Bueno, hablando de eso... —Asuna toma una de las manos de su esposo, quien algo sorprendido no la detiene mientras ella la dirige hasta su vientre— Creo que tendremos que comprar algunas cosas para este regalo que viene.

Kazuto, después de haber perdido el habla, totalmente impactado siente como su esposa llora junto a él. Y el inexplicable sentimiento que le recorre las venas es algo tan inefable como efímero.

Simplemente, amor, por ella, por ellas.

Porque sí, resultó ser niña.

Sin notas de Autor.

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora