Capítulo 2

5 0 0
                                    

Todo empezó una tarde normal en la universidad, una tarde como cualquier otra estaba en el auto, conversando con Ariel de cosas sin importancia, yo, como siempre hablaba con sarcasmo y hacia lo posible para hacerlo reír porque amaba el sonido de su risa y adoraba verlo contento, además yo sabía que él sufría mucho aunque no lo reconociera nunca y también sentía algo de pena por él porque para mis ojos se veía como alguien que nunca había sido amado con todo el corazón.

Esa tarde, después de reirnos mucho amenacé con cobrarle honorarios, por hacerlo reir así de bien, mientras tanto, él se recostaba en el asiento del copiloto de mi auto y yo hacía lo mismo en el lado del piloto, estuvimos en esa posición para dormir un rato y yo cerré los ojos para relajarme cuando de pronto un beso tierno y corto me llenó los labios, abrí los ojos para darme cuenta que era Ariel, quién salió despavorido del auto y sólo me dijo: salú, se me hace tarde para el trabajo.

Quedé en absoluto shock, no me lo esperaba y pensé: Diablos!, Le gusto a Ariel!, Diablos!, Él es valiente!

Él es valiente, él es valiente, el pensamiento me acompañó hasta llegar a casa y todo se sentía tan irreal, y yo no podía entender porqué estaba tan emocionada, y me decía a mí misma, que ese lado coqueto y juguetón de Ariel yo nunca lo había visto y era totalmente diferente del lado más serio y despreocupado que él me había contado era con sus «conquistas», ahora, yo también era una «conquista» y me estaba gustado, él sólo me había dado un besito pero yo estaba en la luna...

Ingobernable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora