Vigésimo Primer Mensaje

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-Oye, Lauren, si nunca has recibido ninguno de mis mensajes, ¿por qué estás en el parque a estas horas de la noche con la tormenta que está cayendo?

Lauren tragó fuerte, sopesando si decirle la verdad a Camila, tenía dos opciones, confesar todos los sentimientos que había estado cargando a sus espaldas o mentir. Mentir era la opción más fácil, se evitaría problemas y no alteraría nada, pero llevaba ya mucho tiempo guardando el secreto…Lauren respiró hondo y siguió abrazando muy fuerte a Camila por detrás, quizá si no miraba a su mejor amiga a los ojos confesarse no sería tan difícil.

-Te echaba de menos, he salido a pasear melancólicamente bajo la lluvia y he terminado en nuestro banco de siempre. -Confesó Lauren con honestidad.

-¿Me echabas de menos? -Preguntó Camila como una boba.

-Pues claro que te echaba de menos, eres mi mejor amiga, Camz. -Dijo Lauren genuinamente, aunque no estaba pensando precisamente en ser su amiga, sino en ser algo más.

-Yo también te echaba de menos, estaba empezando a pensar que te había perdido. -Camila se puso triste al recordar todos los mensajes que nunca fueron leídos.

-Camila, es imposible que me pierdas, siempre voy a estar ahí para ti.-Lauren le apretó el hombro a su amiga como gesto de apoyo.

-Venga, vámonos a casa, es tarde y hace frío. -Camila se soltó del agarre de Lauren y se levantó del banco. La chica de ojos verdes suspiró apenada por no sentir más el contacto con su amiga.

-No -Contestó Lauren.

-¿No quieres ir a casa? -Preguntó Camila desconcertada.

-No, no quiero ir a casa sin antes decirte que siento todo lo que pasó, no tenía ningún derecho a decirte todas esas cosas, pero entiéndeme, es muy duro estar enamorada de mi mejor amiga. –Soltó Lauren de repente. La chica de ojos verdes inmediatamente se tapó la boca y se sonrojó, se le había escapado lo único que no podía decir.

-Cómo…¿Cómo has dicho? ¿Estás enamorada de mí? -Dijo Camila con un tono de sorpresa y de ilusión.

-¡¡No!! Claro que no, tonta, es una forma de hablar.  -Lauren intentó disimular, pero se había puesto tan nerviosa que Camila estaba sospechando que le acababa de decir la verdad.

-Claro…-Dijo pensativa la chica de ojos marrones -Porque si estuvieras enamorada tendrías los típicos síntomas: estarías pensando en mí todo el tiempo, sonreirías como una boba al verme, querrías pasar conmigo las 24 horas del día y tendrías unas ganas locas de besarme. –Parecía que Camila se estaba inspirando en su propia experiencia.

-¿A ti te pasa todo eso? -Preguntó Lauren con miedo.

-A mí me pasa todo eso. -Dijo Camila acercándose a Lauren.

-¿Con Austin? -El tono de Lauren  era triste.

-No,  con él no –Contestó Camila, a lo que Lauren puso una cara de pánico. La chica de ojos verdes pensaba que le había salido nueva competencia. -Solo me pasa contigo. -Confesó Camila de repente. Lauren abrió mucho los ojos, no se creía lo que acababa de oír.

-¿Estás enamorada de mí? -Preguntó la chica de ojos verdes incrédula.

-Sé que esto puede arruinar nuestra amistad para siempre, pero no aguanto más: te quiero, Lauren. No puedo dejar de pensar en otra cosa que no seas tú. –Dijo Camila cogiéndole la mano a Lauren.

-Camila, yo…yo también te quiero.

Lauren se acercó más a Camila y posó su mano libre en la mejilla de la chica más pequeña. La distancia se acortó por completo cuando Lauren posó sus labios en los de Camila, dándole un beso apasionado, uno de esos besos bajo la lluvia que son típicos de las películas americanas.

-Anda, vamos a casa –Dijo Lauren al separarse.

-Oye, Lauren, ¿quieres ser mi novia? –Preguntó Camila dándole la mano a la chica mayor y poniendo rumbo hacia sus casas.

-Quiero ser tu novia, y tu mujer y el amor de tu vida. –Dijo Lauren alegremente, apretándole cariñosamente la mano a Camila.

Lauren y Camila pasearon debajo del paraguas hasta sus casas, conversando sobre todo lo que habían hecho ese verano y lo mucho que les quedaba por hacer ahora que estaban juntas. Se despidieron con un montón de besos, deseando que llegara pronto un nuevo día para volverse a ver. Esa noche Camila cogió su teléfono móvil y decidió mandarle un mensaje a Lauren, sabiendo que esta vez sí obtendría respuesta.

“Te quiero, Lauren Jauregui. No pienso volver a pasar un día sin ti”

Minutos más tarde, Camila recibió por fin el primer mensaje de su novia.

“Te quiero más que a nada, Camila. Estoy deseando pasar el resto de mi vida contigo”

-Fin-

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