Con la llegada del otoño, también llegó una plaga de desgracias.
—estás aprobado con un cuatro—dijo la profesora Ha ri, su sonrisa de Barbie y su personalidad del payaso de IT.
—no puede ser ¡con un cuatro soy incapaz de promocionar! ¡mi exposición fue perfecta!—se quejó Ten, ardiendo de ira.
—no eres incapaz de promocionar, sólo tienes que sacarte un diez en el parcial y un nueve en el trabajo grupal ¿qué tan difícil puede ser?—ella sonrió malévola y Ten suspiró.
—sigo sin entender por qué tengo un cuatro, por lo menos me hubiese puesto un seis—volvió a reclamar.
Ella le sonrió con tristeza—era una exposición grupal, Tennie ¿por qué te pondría un seis a ti cuando a todo tu grupo le puse un dos? Ellos están desaprobados y tú tienes una segunda oportunidad ¿por qué te quejas?
—no estoy hablando de ellos, hice todo bien, hice bien mi investigación e incluso la de ellos, di bien mi tema.—le dolían los puños de tanto presionar en ellos, moría de ganas de llorar.
—eso es lo que no entiendes, no era un trabajo individual Ten.
Ten salió de la oficina de la profesora Ha ri con una nube negra en su cabeza. Para ser sinceros, no había sido un buen día, está mañana se quedó dormido nuevamente y ya esta a una falta de quedar libre de la clase de contabilidad, no tuvo tiempo para desayunar y no tiene suficiente dinero para comprar algo en la cafetería.
La profesora Ha ri dio las calificaciones de la exposición grupal y estaba a un cabello de no sólo quedar libre en su clase sino que también iba a perder su beca.
Desde que su madre había caído en bancarrota, de algún modo sólo había estado sobreviviendo, el año pasado no fue el mejor año, sus padres se divorciaron, él se fue con su hermana y Ten se quedo con su madre, el restaurante que tenían cayó en perdida y todo simplemente se arruinó.
Su madre ahora trabaja como ayudante de cocina en un restaurante en su país natal y Ten se quedo solo en la ciudad para terminar la universidad.
Pero desde que tuvo que empezar a trabajar para poder ser capaz de pagar el alquiler, bueno, las cosas simplemente no estaban bien.
—capuchino con caramelo—Lucas apareció a su lado sonriendo de oreja a oreja.
Y Ten dio un largo suspiro, la frutilla del postre era un estudiante de nuevo ingreso llamado Lucas que lo seguía todo el tiempo.
—déjame en paz—gruñó Ten tomando el vaso de capuchino y adelantándose para perderlo.
—¡que tengas un buen día, hyung!—chilló el niño.
Ten puso los ojos en blanco—¡no me hables en público!
Todavía quedaba la peor parte del día, aún le quedaban siete horas de trabajo.
—¿por qué no me muero de una vez? Estoy tan harto—se quejó golpeando su frente contra la mesa.
Johnny les compró el almuerzo, a él y a Doyoung, Johnny era el novio apuesto y rico de Doyoung, su mejor amigo.
Todos los días Ten lo pensaba, lo afortunado que era su mejor amigo, y es que en la vida realmente parecía que Doyoung había salvado al mundo en su vida anterior o algo así, había conseguido un novio terriblemente atractivo y encima chaebol, Johnny se bañaba en dinero y se enamoró perdidamente de Doyoung.
Ten deseaba que algo tan mágico como eso le pasara. O al menos comenzar a salir con un hombre realmente rico, que tenga tanto dinero que Ten pueda ser capaz de dejar su horrible trabajo y espantoso mini departamento, que más bien era un cuarto donde apenas podía acostarse.
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crujiente como una hoja en otoño YukTen
FanfictionCuando el otoño llegó, todas sus desgracias se intensificaron.