-Por aquí!!! Las mejores frutas de las colonias exteriores!!! Al mejor precio y por tiempo limitado!!
Exclama un vendedor callejero, sucedido de otras varias docenas de ofertas hechas por otros vendedores callejeros, que intentan llamar la preciada atención de la cotidiana gente de las colonias exteriores.
-Tienen que gritar tan alto?
-Es una temporada baja, y lo sabes, es posible que no haya frutas así de buenas en un buen rato.
-Lo sé, pero no guardan ningún respeto por la gente con resaca.
-Bebiste anoche? Aun sabiendo que el jefe nos va a encargar algo de suma importancia el día de hoy?
-Seee, pero sabes que? No te cansas de ser esa voz en mi conciencia que me dice que hago cosas que no debería estar haciendo?
Charlan los dos individuos, aquel de pelo de tono rojizo, ojos de color miel y anchas cejas, y con un poco de resaca. Y aquel que es un poco más alto que el pelirrojo, de pelo color marrón y ojos azules.
Ambos observan la gigantesca estructura que se cierne enfrente de ellos, ansiosos por lo que esperan escuchar adentro, abren las puertas custodiadas por hombres armados, y entran sin apreciar los bellos cuadros en los pasillos, que hace siglos valían millones de dólares, y ahora sirven solo como adornos muy antiguos, siguen caminando con la vista recta, a veces mirándose mutuamente para responder a las palabras del otro, en el momento en el que abren las dos puertas de la oficina, la mirada de un viejo se cruza con la de ambos.
-Hola papá, te quedaste despierto aquí otra vez?
Pregunta el pelirrojo
-Lo sabrías si al menos durmieras en casa.
-Golpe bajo.
-Luka, recuerda a lo que vinimos.
Glenn le hace entrar en razón.
-Sí princesa Glenn, dijiste que tenías algo interesante para nosotros, verdad papá?
-Interesante tal vez se quede corto.
-Tan severo?
-Así es Glenn.
-Bueno, que es?
-Algo que solo les encargaría a los dos más rápidos.
-Uy, me honras.
-El punto es, que se perdió el contacto con una de las granjas del este, desde hace semanas.
-Y esperas hasta ahora para enviar un equipo de reconocimiento?
-Tal vez no le di la importancia que debería, pero para eso están aquí ustedes.
-Cree que pudo haber sido obra de los cazadores?
-Sin duda los infectados tienen algo que ver, pienso eso, aunque espero que esté equivocado, porque había más de 20 personas trabajando ahí, recuerden que la regla número 1 de un bandido es...
-No morir, lo sé.
Luka lo interrumpe, con un tono mas oscuro del que es habitual escuchar en él.
-Lo sabes, muy bien, es por eso que tienen la orden directa de retirarse al mínimo peligro, eres de los mejores exploradores, pero también eres mi hijo. A cualquier señal de peligro, regresan, y por eso Glenn va contigo.
-Princesa Glenn va a ser mi niñera?
Vuelve al tono engreído y al mismo tiempo amigable con el que habla siempre.
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Luka, el semimuerto
Short StoryNo sé, se me ocurrió hace media hora, y me gustó tanto que probablemente lo continúe, pero de momento, así empieza, puedes leerlo si quieres.