HISTORIA EN HONOR A HALLOWEEN-DEBERES DE LENGUA Y LITERATURA

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ESTA ES UNA MINI HISTORIA DE HALLOWEEN, EN PRINCIPIO ERAN UNOS DEBERES QUE ME MANDARON PARA LENUA Y LITERATURA PERO HE DECIDIDO COMPARTIRLO CON VOSOTR@S TAMBIÉN. ¡ESPERO QUE TE AGRADE!

Tenía que ser una broma. No podía ser. ¿En serio estaba en medio de un callejón oscuro siendo perseguida por zombies? ¿O simplemente estaba delirando?

No lo se, pero aquí estoy, corriendo para salvar mi vida. Estoy en un callejón oscuro,  es de noche y no se ve nada. Se oye un maullido de gato, ‘’¡Bien, hay vida por aquí!’’.

No veo el final, tan solo tengo la esperanza de ver una calle, una carretera, un lugar por el que escapar.

De pronto veo que aparece ante mi una puerta desgastada, seguramente nadie ha estado por allí desde hace años, la puerta está entreabierta pero no se ve ningún indicio de vida por dentro, ni siquiera un haz de luz por el que observar, quizás eso este en mi favor puesto que de esta manera los zombies no podrán encontrarme si no me ven y como no son muy inteligentes tampoco se pondrán a buscar demasiado en lugares recónditos. Me decido a entrar. Sigo sin ver nada así que procuro andar con sumo cuidado para no tropezar.

Oigo un ruido seguido de unos pasos y sobresaltada caigo al suelo, noto una presencia cerca de mí, empiezo a hiperventilar y noto que me falta el aire, estoy asustadísima y no se como reaccionar y aunque lo supiera no podría porque me he quedado paralizada, siento como estoy a punto de perder el conocimiento cuando de repente oigo el despertador…. Espera, espera, espera, ¿¿¡¡EL DESPERTADOR!!??, entonces eso significa que todo ha sido un sueño, mejor dicho una pesadilla porque casi muero del susto, ¡gracias a dios!

Me levanto rápidamente y voy al baño, en cuanto acabo de lavarme vuelvo a mi habitación y me visto para ir a desayunar.

-Buenos días mamá.

-Buenos días Ann, recuerda que hoy me tienes que ayudar a preparar la fiesta.

-¡Madre mía, se me había olvidado!- Hoy es Halloween y siempre celebramos una fiesta en el jardín con toda la familia.

Después de desayunar nos pusimos rápidamente a prepararlo todo. Yo me ocupaba de los preparativos y mi madre de la comida.

Tuve que colocar las calabazas ya talladas sobre pequeñas mesas negras esparcidas por todo el jardín, dentro de cada calabaza un vela que encenderíamos media hora antes de que los invitados llegaran, después de eso coloqué guirnaldas de gatos negros entre las lámparas situadas por todo el jardín, también puse luces rojas por el suelo y máquinas de humo  para obtener un ambiente más tétrico.

Una vez terminada la decoración del jardín tuve que ayudar a mi madre a preparar los colcannon, un plato irlandés  elaborado con repollo, puré de papas, mantequilla, sal y pimienta, el  champ pero en vez de repollo, con leche y cebollas picadas, las panquecas boxty, hechas con papas ralladas crudas, tamizadas y mezcladas con polvo de hornear, sal, leche y huevos, el fadge, una torta hecha con masa de papas hervidas, harina y mantequilla, el barm brack, un pan con pasas y levadura , las manzanas acarameladas y horneadas, los frutos secos y las chuches para los niños en pequeñas calabazas de plástico.

El día pasó volando y ya eran las siete de la tarde, en tres cuartos de hora llegaban los invitados así que comenzamos a encender las velas de las calabazas y poner el disco con la música y los efectos especiales.

A la media hora la gente empezó a llegar y el ambiente se iba animando, los amigos de mi madre me saludaban, luego la saludaban a ella y allí se quedaban conversando.  A lo lejos divisé a mis amigos y fui corriendo hacia ellos contenta de verles otra vez, coemnzamos a contarnos lo que nos había pasado en el día, nada interesante porque era un día corriente como cualquier otro aunque fuera Halloween, pero aún así nos gustaba contárnoslo todo, y obviamente les conté mi pesadilla, no era nada del otro mundo pero al menos teníamos algo de que reírnos, aunque a mi no me hacia tanta gracias cuando la estaba viviendo.

Nos lo estábamos pasando genial, habían venido todos mis amigos y los de mi madre, también mis primos y mis tíos, había mucha gente y el ambiente era genial, en alguna ocasión veíamos a un pequeño intruso que venía robar chuches, no le dimos importancia puesto que estamos en Halloween y es normal, son niños.

Al cabo de una hora y media decidí que me tocaba divertirme a mí así que le dije a mi madre que me iba a pedir chcuches con mis amigos, me puse mi disfraz de vampiresa, una capa roja larga con efecto terciopelo, unos pantalones negros, una camisa blanca abotonada hasta arriba y un chaleco negro de pana, me puse un poco de sangre falsa en los labios y barbilla y colmillos de plástico, me peiné un poco y me fui.

Estuvimos de casa en casa pidiendo chuches durante una hora y nos habían dado más de un susto, en algunas nos abría la puerta Frankenstein y en otras Brujas, recolectamos una bolsa de chuches entera cada uno, había sido un día genial y ya era hora de volver a casa porque se hacía tarde.

Nos despedimos con la esperanza de que al año siguiente fuera exactamente igual porque cosas así, momentos tan especiales y únicos rodeados de la gente a la que queremos es lo que te hace darte cuenta de que cada día que pasa junto a esas personas es mejor.


"MICRORRELATO" DE HALLOWEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora