Epílogo

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La vida tuvo que seguir para Yoongi, pasaron tres meses desde la muerte de Taehyung y él ya tenía una nueva novia. Sus sonrisas falsas habían mejorado mucho, parecían ser más reales.

Su nueva novia tenía el cabello largo de color negro, sus ojos eran cafés, su piel no era muy pálida ni muy bronceada, era una chica muy educada, tranquila y reservada. Se llamaba Yongsun, ella de alguna manera logró que el vacío que Yoongi sentía en el corazón se llenará un poco.

Yongsun era muy diferente a Taehyung que tenía el cabello negro y algo largo, unos grandes ojos de color azul, una piel un poco pálida, Taehyung era infantil, parlanchín y divertido, él poseía una sonrisa que dejaba ciego a cualquiera.

Yoongi nunca dejo de escribir notas (obviamente a escondidas de sus familiares y amigos) él nunca dejó de querer a su chico raro.

Cada martes iba al cementerio, llevaba con él flores blancas y azules (los colores favoritos de el pelinegro) hablaba con él y le contaba las cosas que le pasaban en la semana, a veces se encontraba con NamJoon y Jimin cuando iba, simplemente los saludaba.

Quizás realmente existía un cielo en el que Taehyung estuviera, Yoongi lo único que podía imaginar era a Taehyung cantando y bailando mientras sonreía como lo hacía antes. Se lo imaginaba así por todo el amor que le tenía, ahora él se sentía de alguna manera solo, pero mientras Tae, en algún lugar, no importa el que fuese, seguía siendo tan radiante y animado, para Yoongi eso estaría más que bien.

Las cosas que se propuso con él, las cosas que se había imaginado, aquellas promesas...al final nunca logró cumplirlas o tan siquiera confesarselas a Taehyung. Solo quedarán en su memoria.

Algunas noches en silencio de una gran mansión se puede apreciar el ruido de los sollozos de un chico y de vez en cuando se escucha un "Perdón por no haber podido ayudarte, chico raro", ambos tuvieron una linda historia con un desenlace triste.

La historia de Yoongi y Taehyung comenzó de una manera extraña, con notas para alentar y hacer sonreír, termino con una carta que expresaba dolor y tristeza. Aun siendo la relación más extraña que se pueda encontrar, eran una pareja perfecta e imparable a su manera, y lo hubiera sido aún más su la vida les hubiera dado más tiempo o hecho que su destino fuera de otra manera.

"Sé que en algún momento, no se cuando ni como, pero volveré a tu lado. Y empezaremos de nuevo, estaremos juntos y seremos felices...te lo prometo, tengamos paciencia, chico raro...me estás esperando lo sé. No te preocupes, no dejaré de amarte nunca"

–Hasta pronto, tu gato por ahora no esponjoso.

Yoongi dejó la nota sobre la lápida de Taehyung junto con flores y un peluche pequeño de el "monstruo come galletas", era la última vez que estaría allí, pronto se iría a vivir a otro país por cuestiones de trabajo y estudio. En vez de llorar sintió alegría, al menos pudo entrar en la vida y el corazón de Taehyung, jura poder haberlo visto ahí enfrente a él, como siempre hermoso, con una sonrisa y un gesto de despedida, Yoongi corresponde de la misma manera, luego él desaparece y Yoongi sin más qué hacer sale de ahí con una sonrisa en el rostro.

Esperaría por volver a verlo, solo debía esperar.

Hey chico raro © yoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora