꒰ cuatro ꒱༅‧₊°⠀

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"¿Podrías quedarte quieto?" espetó RenJun, un ligero matiz de irritación asomándose en su voz a la vez que sostenía la cabeza de Jeno con firmeza.

"Me estás haciendo cosquillas, Ren, culpa a mis reflejos," vaciló el contrario en su asiento, aun así intentando no moverse tanto. "y no los puedes culpar, son reflejos, es lo que hacen."

Hora y media.

RenJun llevaba hora y media intentando cortarle y tintarle el cabello a Jeno (petición de él mismo), pero éste era incapaz de no moverse a cada tres segundos. Hasta el momento había conseguido cortar la mitad superior, llenar el piso de la sala de mechones blancos y posar su mirada sobre un par de tubos de tintura rosa.

"¿Y si terminamos mañana?" dijo el mayor, descansando sus manos sobre los hombros ajenos y observando su reflejo en el espejo que tenían en frente; Jeno miró al techo, aproximando su propia mano hasta una de las de RenJun y dándole pequeños toquecitos dubitativos.

El pelirrojo soltó un suspiro, dejando caer las tijeras en un instante de sobresalto. Reflejos, pensó, mientras llevaba sus dedos -ahora libres- en dirección a los nudillos adversos, delineandolos con cautela.

Sentía que el tacto de Jeno quemaba y acariciaba su piel simultáneamente. Era extraño, nuevo, diferente.

Aquella vez resultó mucho más delicado, personal. Un momento de ellos y más nadie, y RenJun se aferraba a semejante idea como nunca jamás se había aferrado.

"No sé, ¿qué te parece a ti?" contestó Jeno, dándole un ligero aprentón a su dedo índice y soltandolo de a momento para poder frotarse los ojos con fuerza, como si nada. "¿Estás cansado? Porque si es así, mejor nos vamos la cama."

"Sí, estoy cansado." finalizó RenJun, recogiendo la tijera del suelo y colocándola sobre una mesilla de café cercana. La idea de encontrarse sobre un suave colchón, envuelto entre sábanas y abrazos, sonaba muchísimo más atractiva que cortarle el cabello a su dongsaeng, aún así, le resultó imposible no intentar acomodar con sus dedos un par de mechones que en desorden apuntaban a todos lados. "Te queda lindo." pensó en voz alta.

Inesperadamente, Jeno rió, levantándose de la silla y caminando en dirección a su habitación con pereza.

"¿Vas a venir, Junnie?" articuló entre bostezos, volteandose y extendiendo uno de sus brazos en dirección a RenJun.

"Dame un minuto." y sin una palabra más, se precipitó a la habitación más cercana -en ese caso, un pequeño baño de frías paredes-, cerrando la puerta tras de sí y apoyando su espalda contra ésta misma en un vago intento por estabilizarse.

La mirada de Jeno seguía flotando en su cabeza, por más que enderezara la espalda y se diera pequeños golpecitos en el rostro, nada funcionaba. Su risa, cada rasgo de su rostro y alma danzaban en la memoria de RenJun sin música estridente, sin coreografía ni dirección ¿a caso su propia mente intentaba probar algún punto? ¿Atormentarlo con el semblante de aquel con quien compartía miles de sonrisas y abrazos fugaces?

No, no podía estar pasando. No a él.

"¿Ren?" Tres toques resonaron en la puerta y en los oídos del recién nombrado, haciendo que se apartase con rapidez. "¿Pasó algo?" dijo Jeno, claramente preocupado. El corazón de RenJun se encogió en su pecho.

"No es nada," consiguió contestar, largando un profundo suspiro. ¿Qué se supone que debía hacer? Ya había corrido a un baño sin excusa, y no se sentía lo suficientemente valiente como para encarar a Jeno en aquel preciso instante. No después de lo que su propio subconsciente le había hecho ver. "creo que quiero dormir solo hoy."

"Oh," la decepción era palpable en la voz ajena, y RenJun tuvo que hacer un esfuerzo inhumano para apaciguar las ganas de retractarse. "vale, si necesitas algo me despiertas."

"¿Seguro?" balbuceó.

"Sí, seguro." y RenJun creyó que la conversación había acabado, que lo siguiente que escucharía serían pasos y la puerta del cuarto de Jeno cerrarse, pero no. Silencio. Ni pasos, ni puertas, solo silencio.

"¿Sigues ahí?" continuó RenJun con un hilo de voz, levantándose y tomando el frío pomo cobrizo entre sus dedos, girandolo vacilante.

"Uhm, algo así." Escuchó al otro chico decir, sin saber cómo interpretar sus palabras. Aunque, sinceramente, en ese momento no creía ser capaz de entender nada.

RenJun se armó de valor y abrió la puerta, saliendo con suma lentitud y ojos sellados solo para tropezarse con Jeno al apenas dar un paso.

No cayeron al suelo, no bajaron las luces solo para enfocarse en ellos, tan solo fue un pequeño traspié que lo llevó a sentirse mucho más avergonzado que antes. Porque aquel instante no pertenecía a ninguna de las películas bajo el género 'romance adolescente' que tanto le gustaban a JaeMin. Porque Jeno nunca sería parte de nada romántico que involucrara a RenJun.

"Perdón, me estaba lavando la cara." mintió descaradamente el pelirrojo, la garganta doliendole con cada sílaba. "¿Buenas noches?"

"No escuché el lavamanos." Jeno se encogió de hombros. Su rostro expresaba indiferencia, pero su voz rayaba en lo desafiante. RenJun no supo qué hacer o qué pensar.

"¿Sabes qué?, estoy cansado." susurró el mayor con genuino agotamiento, masajeando su rostro casi bruscamente. "Me voy a dormir. Adiós."

Y, sin más, dio unos cuantos pasos y se adentró en su habitación, pudiendo jurar haber escuchado la voz de Jeno decir un suave 'quédate'. Tal vez lo había imaginado.

Pero no se quedó.

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Hols¡!! No sé qué poner aquí¡¡¡¡¡ Volví!!+¡+!+!¡ Otra vez!!+¡+!¡+¡+¡+¡+¡1!1¡2¡2!1

Also, perdón si el capítulo tiene errores, ya lo he editado unas trescientas mil veces y si lo leo una vez más me voy a arrancar los ojos. ¡¡¡ Luego estaré corrigiendo, lo prometO.

+ intenté hacer un poquito más largo este capítulo, perdón si los aburrí 1 poquito:( quería que este fuera más largo que los demás bc renjun se da cuenta de cositas:((

midnight ⇨ renjun + jeno。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora