Dulce venganza capítulo 2

0 0 0
                                    

Nessie

-¡Malditas mil veces malditas!- no paraba de gritar.

-¿Que demonios pasa aquí Nessie?- me dijo mi hermana Aleissandra.

-Esas malditas perras le enseñaron un video mío a Dean estando con otro- dije rabiosa.

- Haber, haber explícame bien las cosas para ver qué podemos hacer- me dijo tratando de calmarme.

Y fue así como empece a relatarle lo sucedido, mientras que Aleissandra me escuchaba atentamente sin interrumpirme ya que en su mente maquinaba un plan para destruir a las hermanas de Dean las malditas Mazeratti.

- Haber Ness te daré mi opinión muy objetiva de lo que acabas de contarme pero eso no quiere decir que no te voy a ayudar, ¿Estamos de acuerdo?- me dijo a lo que solamente asentí, pues sabía que se venía un sermón.

- Muy bien aquí vamos, si yo me hubiese dado cuenta que a Ementh le estaban haciendo lo que tú le hiciste a Dean era obvio que yo haría los mismo que esas chicas. No puede ser que teniendo todo aquí en casa buscarás más y sobre todo que pretendieras casarte con el, ¡Por Dios Ness es un niño para ti!- dijo levantando las manos.

-Creeme que no es ningún niño, yo le enseñé todo lo que sabe, pues claro que si, pero eso no quiere decir que el parezca un hombre mayor en la cama- digo maliciosamente recordando nuestro último encuentro.

-Hay Ness, de verdad que no me estás entendiendo al punto en que quiero llegar. Yo me refiero a que si tú y yo nos hubiésemos dado cuenta como es que Dayane le era infiel a Ementh, ahora el no estuviera en un psiquiátrico tratando de olvidar a esa perra, que por cierto me tengo que hacer cargo de ella también, hay chicos que son menores y se enganchan con chicas como tú, por que les enseñan y aprenden o simplemente por qué fueron las primeras en su vida lo cual creo que es tu caso, ¿O me equivoco?- me dijo y yo me agache por que cada palabra que salía de su boca era nada más y nada menos que la verdad.

-Muy bien Aleissandra ya déjate de tanto sermón y ve al punto- dije y ella todo los ojos fastidiada por mi actitud.

-Pues bien no me agrada lo que estás haciendo pero, te voy a ayudar- dijo con una sonrisa victoriosa- tu amigo Joseph se apellida Prado si no me falla la memoria ¿No?- me cuestiono.

-Si, ¿Por que?-

- Bueno querida hermanita te has metido con el hijo de un narco muy poderoso, así que saquemosle provecho- dijo dándome un codazo en el costado.

Me intriga a él por qué mi hermanita quisiera ayudarme, pero creo saber por dónde va la cosa, ya que fue compañera de una de las hermanas de Dean igual y tenían problemas y por eso quiere ayudarme no se pero tanto ella como yo estamos igual de podridas y eso me agrada, tener a alguien con la misma mentalidad que yo.

- Hablaré con Joseph, pero quisiera saber cuáles son los límites que debemos tener en ello- dije curiosa.

- Ninguno hermanita, NINGUNO- dijo con seguridad.

**************

Nos llevo todo el día planear lo que haríamos así que al siguiente día pusimos manos a la obra.

Llamé a Joseph casi a las 10:00a.m.

-¿Bueno?- respondió.

- Mi amor, ¿podemos vernos?- le dije un tanto sensual.

-¿Y cuál será mi premio por acceder tan fácilmente a lo que la señorita diga y mande?- dijo y río burlón.

- Joseph, cariño tú sabes que lo que hay entre mis piernas es en absoluto tuyo y de nadie mas-

Una risa risa burlona se escuchó de fondo y eso me hizo hervir la sangre tanto que estuve a punto de decirle mil cosas y perder mi propósito así que perdí la poca dignidad que me sobraba y seguí rogando por que viniera.

Aleissandra

Espero que mi hermanita haga lo que le pedí por que en definitiva Rossemary debe pagar lo que me hizo, Fabrizio me pertenecía y ella lo sabía nunca perdonaré sus acciones.

- Ya viene Joseph, estará aquí en una hora- me anuncio mi hermana.

- Muy bien y de verdad Nessie espero que no pierdas la perspectiva de nuestra dulce venganza- le dije tratando de intimidarla.

Tal como lo dijo Joseph llegó una hora después a casa, y eran las veces que agradecía que desde que pasó lo de Ementh mis padres se dedicaron al 100% en el que hasta decidieron mudarse cerca de donde está el hospital donde el se encuentra.

Joseph me sorprendió, desde la última vez que lo ví me doy cuenta que ha cambiado muchísimo ya no es aquel niñito que conocí hoy puedo ver que ya está por mucho muy trabajado, cada uno de sus músculos en el cuerpo se notan y que diré de ese hermoso rostro esos ojos azules su cabellera castaña y esa sonrisa que derretía a cualquiera.

Literalmente hablando parecen animales y ya he decidido irme por que al parecer mi hermanita la pasa muy bien con este chico, haber si logra hacer que nos ayuden esta "DULCE VENGANZA" que es necesaria se lleve a cabo.

Tomo mis llaves mi móvil y dinero para ir a algún lugar, salgo de la casa para subirme a mi auto y así dirigirme a cualquier lado.

Ya he manejado alrededor de unos 20 minutos cuando un cartelon a lado de la carretera llama mi atención y llegan a mi los recuerdos.

"La casa de la abuela".

Y sin embargo me estacione y me baje de mi auto.

Al llegar el aroma del lugar inundó mis fosas nasales del olor a café aunque ya era tarde olía como si fuese muy temprano y era un aroma delicioso.

Me dirigí hacia la barra de pastelillos y pude ver el delicioso pastel selva negra en su majestuosa vitrina de vidrio así que me apresure a pedir un capuchino y aquel delicioso pastelillo.

Al terminar mi pedido divise una mesa muy a lo lejos de todos y me dirigí hacia ella para así poder tener un poco de calma y poder pensar, me coloque de espaldas a la entrada y no tener distracciones.

Y ahí estaba la voz que nunca quería volver a escuchar en mi vida......

-¿Aleissandra?- si era esa voz que me derretía, mi puto talón de Aquiles.

Fabrizio

Muy dramáticamente me voltee, como suelo ser yo claramente, y al recomponer mi postura puse la peor cara que pude tener.

- Fabrizio- dije con una frialdad que hasta a mí me sorprendió.

*†*†*†*†*†*†*†*†*†

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 30, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora