Tᴀɴ sᴏʟᴏ ᴜɴᴏs ᴘᴏᴄᴏs sɪɢʟᴏs...

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    — ¡Muévete!—. El verdugo empujaba al desarreglado castaño, este seguía sus órdenes sin rechistar, a pesar de que sus pies estén hechos añicos, su cuerpo ardiera, sus ojos no lloraban, solo caminaba con la cabeza en alto.

    El choque de las cadenas y los gritos de las personas abucheando a aquel chico era lo único que resonaba en sus oídos, esperaba que fuera así, a pesar estar en el asiento con la mejor vista de la ejecución, sus ojos no podían mirarlo. A pesar de ser un hombre, aquel cuerpo siempre se veía delicado, suave, tan precioso, a pesar de los arapos que llevaba, siempre lo vería como la persona bella que haya conocido en su vida.

    Para siempre...

    Su mirada se mantenía seria, más sus ojos estaban sin vida, abligándose a contener sus lágrimas. Hacia como que miraba a aquel "pecador", más no podía, ¿Cómo podría...? Por su culpa, el amor de su vida sería ejecutado, por su cobardía, no pudo impedirlo.

    "— No estoy enojado... Sabía que esto tarde o temprano sucedería...

    — Kouki, yo no...

    — Lo sé... No te culpare, ¿Cómo podría...? Yo... Ya soy lo suficientemente feliz con haber podido estar a tu lado... De saber que... Me amabas..."

    Su garganta se anudó, sus ojos se aguaron y su nariz se tapo levemente, sus pies empezaron a moverse impacientemente. Quería llorar y gritar, correr y abrazar a su amado, olvidarse de todo aquello y poder vivir junto con él...

    Para siempre...

    "— Tranquilo... Nunca podría tener alguna emoción negativo contra ti... Te amo demasiado como para hacerlo..."

    — ¡Qué se pudra en el infierno!

    — ¡Maldito pecador!

    — ¡¿Cómo te atreves a querer hacer al príncipe cometer tal pecado?!

    — ¡Es asqueroso!

    "— Espero volver a encontrarme contigo, Seijuro y poder volver a decirlo..."

    La primera lágrimas calló, silenciosa pero expresiva, tal vez la única persona que logró notar aquello, fue el mismísimo Kouki.

    »Lo siento... Lo siento... Lo siento... Perdóname Kouki... Yo no quería que esto sucediera...«

    El verdugo empujó al castaño para que este cayera de rodillas, su cuello y muñecas fueron colocados en la guillotina, Kouki fijó su vista en la canasta debajo suyo y suspiró, ¿Aquí acababa su amor? ¿Aquel amor que le tomó años y años lograr demostrar y ser correspondido?

    Miró al príncipe, el cual lloraba en silencio sin que nadie lo notace y sonrió para si mismo.

    No... Su amor por aquella persona nunca terminaría...

    — ¿Cuáles son tus últimas palabras, pecador?—. El Rey, con asco, pregunta.

    La sonrisa de Kouki se ensancha aún más, mira al Rey y este chasquea los dientes.

    — ¡Aunque pasen los días, los meses, los años, décadas, siglos, milenios... Mí amor nunca desaparecerá!

    Seijuro cerró sus ojos fuertemente, no se atrevía a mirar.

    ¡Zas!

    Fue lo único que escuchó...

Vᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴠᴇʀᴛᴇ... ᵃᵏᵃᶠᵘʳⁱ~ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora