Stay With Me (Giyu y Nezuko)

Primera misión juntos

Después de ese día ya no volví a alejarme de ella como antes hacia, en las noches cuando Tanjirou no estaba me llevaba la caja e iba donde dormía o un lugar del que nadie iba, Nezuko cuando salía de la caja casi siempre se tiraba a mis brazos
 
Aun siendo tan frio y cortante, soñaba con alguien que me abrazara cuando estaba bien y mal, no me odiara como casi todos y estuviera a mi lado sin importar las cosas pero con el tiempo ese sueño se esfumo

No existía esa tal persona, la vida en hacerme daño siempre fue experta

Yo soñaba con esa persona inexistente pero ahora existe una niña que no me odiaba, no se cansaba aunque antes siempre me alejara, me abrazo cuando me sentí mal y prefirió quedarse conmigo en la noche que volver con su hermano

Nezuko era esa persona con la que a veces soñé, ella aceptaba mis defectos y no se iba aun cuando me ponía de malas

Ella la primera vez que me vio enojado se acerco a mi y me abrazo de la espalda cuando intente irme

Cuando ella lo hizo me olvidé del enojo e intente recordar el por que me enoje tanto nada vino a mi mente, di vuelta y respondí el abrazo haciendola sonreir

- Este lugar está bien – hable y entramos a la cueva

Nezuko y yo habíamos ido por primera vez a una misión juntos, los dos matamos a los demonios que mataban a gente del pueblo y salvamos a algunos que quedaron vivos

Cuando acabe con dos, fui donde Nezuko, ella aun peleaba pero no se veia que necesitaba ayuda, Nezuko le daba varios golpes y lo derribo de una patada, yo termine el trabajo cortándole el cuello cuando se intento levantar

Empezó a llover y el pueblo estaba lejos así que empezamos a caminar buscando un refugio y ahora estábamos dentro de esta cueva

Mi estomago rugió

- ¿Pensé que habías comido? – pregunto mientras intentaba hacer una fogata

- Pelear contra esos dos demonios y caminar me dio hambre – respondí y me senté a su lado cuando Nezuko pudo hacerla. El calor del fuego y su cuerpo era reconfortante

- Espero que no se me haiga quedado – murmuró y busco algo dentro de su kimono – ¡lo tengo! – y saco una bola de arroz – come

- Pensé que no tenia bolsillo tu kimono – hable y partí en dos el arroz – ten 

- No lo tenia pero hice uno – dijo y dio una mordida – ¿Cuándo crees que acabe la lluvia?

- No se, tal vez toda la noche ¿Te preocupa?

- Solo es una pregunta – respondió y metió unas ramitas cuando el fuego se quería apagar – es una sorpresa que los dos demonios con los que estuviste fueran lunas demoniacas

- ¿Tanto te sorprende?

- No, solo recuerdo las palabras de Tamayo antes de acabar con la demonio. En pocas palabras Tamayo dijo que Muzan era un miedoso y aunque fuerte no quería que los demonios se unieran aunque he conocido a un demonio que hizo dos mas de el y dos hermanos pero ese es un caso diferente

- ¿Muzan un miedoso?

- Cuando mi hermano se encontró con Muzan, también nos encontramos con dos demonios pero ellos nos ayudaron, cuando yo y mi hermano estábamos en su casa escondida gracias a uno de ellos, dos demonios enviados por Muzan pudieron entrar y trataron de matarnos

- ¿Qué tiene que ver?

- Muzan quería la cabeza de Tanjirou cuando se encontraron y él vio sus aretes recordó a una persona que pudo derivarlo y tenia esos propios aretes

- ¿Cómo supiste eso? – pregunte sorprendido

- Alguien me lo dijo – respondió, sonreí y deje caer mi cabeza en sus piernas, Nezuko me puso su haori como manta, beso mi frente y empezo a acariciar mi cabello

Agradezco al patrón por darme esta misión, cuando leí en la carta que alguien me iba a acompañar me enoje y fui al lugar donde estaba esa persona, entonces la vi

Di vuelta y levante mi mano, Nezuko sonrió cuando la sintio en su mejilla

- Duerme - hablo suavemente, volvi a sonreir y cerre mis ojos sintiendo sus caricias

Aunque estuviera lloviendo y la noche empezara a hacerse fea para mi esta noche era una de los mejores y perfecta porque Nezuko estaba conmigo, estabamos solos, nadie nos molestaba y no teníamos que escondernos

¿Por qué nos escondíamos?

No hacíamos nada malo o pervertido, solo hablábamos, a veces comíamos y reíamos todo gracias a Nezuko por sus muecas y risa contagiosa

Si Nezuko supiera lo mucho que la necesitaba en mi vida

Huiria