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Pasó un mes en el cual el destructor no dio indicios de aparecer, pero el día esperado por Ink había llegado, una sensación, de qué algo iba mal lo llevó hasta el Doodle Sphere o "esfera de garabatos" dónde se podía decir que era su hogar. Ahí vio la esperanza, un universo estaba siendo destruido, claro que era malo, sin embargo eso significaba que Error estaba de vuelta, se podía decir que estaba feliz, aunque realmente no lo sentía en ese momento.

–Fresh, sabes que tu hermano es un error del sistema ¿Verdad?–

–Of course I know, why do you ask?–

Sostuvo su gran pincel y entintó el suelo para zambullirse llegando al universo que estaba siendo dañado.

–Pues ocurría algo muy peculiar cuando lo tocaba.–

Le vio la espalda, era él, su vestimenta, esos hilos, esa tez azabache de sus huesos. Solo quedó ahí de pie hasta que el contrario sintió su presencia, ¿Cómo lo supo? La destrucción paró y todo calló.

–¡Podía sentir, Fresh! ¡Cómo si tuviera alma, una de verdad!–

Se volteó y sus miradas se encontraron, una era burlona, de superioridad, la otra se mantenía tranquila, en paz.

–No sé como, pero Error... ¡Error hace fallar mi código!–

Se acercaron hasta cierta distancia para poder observarse mejor, ya que cierto esqueleto padecía de miopía y no quería usar sus bobos lentes, sin embargo, conoce también al protector, que no hace falta verlo bien para saber qué es él.

–Aquí estamos de nuevo, Ink.–

–Error, es un gusto volver a verte, a mí mejor enemigo.–

¿Fin?

Mi Mejor Enemigo [Ink x Error]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora