Capitulo 1

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1941
Stalingrado, URSS
Desperté por los gritos en la planta baja de la casa, me puse mi abrigo y baje sigilosamente las escaleras, seguí caminando hasta llegar al despacho de mi padre y me acerqué lo más que pude a la puerta.
—No deben acercarse a Moscú—grita mi padre.
Y una voz masculina le contesta
—Hitler a roto el Pacto Ribbentrop-Mólotov, han comenzado a invadir.
Me acerco aún más a la puerta de manera en la que pueda ver qué sucede, mi padre maldice y rompe una copa de cristal.
— Maldita sea— dice mi padre.
Lo observo sacar un puro y prenderlo, se toma su momento inhala y exhala sacando el humo. Se frota la sien y voltea a la puerta, donde me ve.
Se levanta de un salto, camina hacia la puerta y la cierra. Pego mi oído a esta pero ya no logro escuchar nada.
Decido regresar a mi recámara pero no logro conciliar el sueño.
A eso de las 12 de la madrugada veo a través de mi ventana al soldado, saliendo de la casa con paso apresurado.
A la mañana siguiente bajo a desayunar y me encuentro a mi padre escuchando la radio, en el momento en el que me ve, la apaga y se mete un gran bocado de comida. Tomo asiento a lado de el y comemos los dos callados.
— ¿Qué está pasando padre?— digo decidida.
Mi padre sigue masticando con la cabeza agachada.
— Mila, hay cosas que no entenderías. Como la guerra. Los alemanes han llegado a la Unión Soviética y no piensan parar hasta dominarnos a todos— dice mi padre.
Al escuchar a mi padre no pude no sentirme asustada, que pasaría si los alemanes lograran entrar a la Unión Soviética, me quede pensando eso por mucho tiempo hasta que me percaté de que ya era de noche. Mientras dormía escuché golpes duros en la puerta, hasta que se detuvieron y sonaron pasos aún más fuertes. Cuando se repente la puerta de mi recámara se abre de golpe y entran cuatro soldados vestidos de color gris oscuro con una insignia roja en su brazo, al momento reconocí sus uniformes, nazis.

Amor en tiempos de guerraWhere stories live. Discover now