Hades || ChenMin

Las princesas del inframundo: Macaria y Melínoe.

Los poetas piensan que la muerte no puede dar vida, pero se equivocan, después de incesantes noches de pasión y amor entre ambos dioses, MinSeok ha quedado embarazado, pero todavía no lo sabe. MinSeok se encuentra junto con su hermoso padre, el cual le cuenta todo lo que hizo en sus seis meses sin él.

—Sabes, tu padre me ha estado insistiendo en que lo perdone, incluso hemos tenido citas —las mejillas de YiXing se sonrojan —. Desde que ya no estoy en el campo como antes, tu padre tiene más tiempo para conquistarme.

No le desagrada en absoluto, no después de saber que LuHan tiene un amorío con SeHun.

—¿Todavía quieres a papá? —MinSeok pregunta al mismo tiempo que come una fruta.

—Nunca lo he dejado de amar, esa es la verdadera palabra que necesitas preguntar —YiXing corta algunas rosas —. Desde que luchamos juntos contra nuestro padre yo me enamoré de él, ahí comenzó nuestra historia de amor.

Suelta un suspiro profundo. Las rosas que sostiene son movidas por el viento, esto provoca que los pétalos se desprendan y vuelen hasta posarse en el vientre de MinSeok. YiXing abre la boca sorprendido, eso tiene un significado para él. Se acerca a su hijo para abrazarlo.

—¿Por qué el repentino abrazo? —MinSeok no entiende —. Yo también te he extrañado mucho papá.

YiXing niega que sea por eso.

—MinSeok tú estás... —YiXing sabe lo que le pasa a su hijo —. Estás esperando un hijo.

Aunque para los mortales eso es imposible y seguramente los poetas dirán que se trata de engaños de MinSeok contra JongDae, pero a cualquiera que lo trate de infiel, lo castigará. MinSeok parpadea un par de veces y se lleva sus manos a su vientre, pero le da tanta felicidad saber que él formará su familia con JongDae.

Padre e hijo se abrazan con demasiada felicidad. MinSeok tiene tantos deseos de decirle a su esposo, pero no quiere ir al Hades, porque seguramente JongDae no lo dejará regresar junto con su padre. Así que será un secreto que se tendrá que guardar hasta que él pueda regresar al hades. MinSeok ayuda a su padre a seguir cortando las flores y los frutos, después irán a sus templos para congraciarse con las ofrendas que los humanos les dejan. Espera que nadie se atreva a decirle una palabra a su esposo porque de lo contrario hará caer toda su furia en contra de quien se atreva ir de lengua suelta.

A MinSeok le gusta mucho acompañar a su padre, le gusta sentir en sus pies la hierba fresca, el olor a fruta madura, le gusta mucho la cercanía de los animales los cuales están complacidos con su presencia. Esta vez, MinSeok no corre, está sentado en una roca, su vientre ha crecido, tiene seis meses, hoy es el último día que pasará con su padre y está preparándose para darle la noticia a JongDae, pero no será muy fácil de esconder.

—Mi pequeño, nuestro tiempo ha terminado, es tiempo que regreses con JongDae, con el amor de tu vida —YiXing le da un beso de despedida en la frente a su hijo.

MinSeok asiente y se despide de su padre en un abrazo. MinSeok camina hasta el orificio que se abre en la tierra. MinSeok se conduce como de costumbre a los brazos de JongDae. La ropa de MinSeok es capaz de cubrir su vientre redondo. Cuando viaja con Caronte, este ni siquiera se da cuenta. MinSeok llega a los campos elíseos, camina rápido hasta el palacio donde se encuentra JongDae. Ambos se encuentran en un pasillo y corren para estar juntos. Se dan un largo beso, pero JongDae es capaz de sentir que algo los separa. La mano del dios del inframundo baja para sentir el vientre abultado de su esposo.

—Quería darte la noticia antes, pero también quería estar junto a mi padre —dice MinSeok temiendo que su marido se enojara por no darle la brillante noticia antes.