No me arrepiento de haberte conocido, y que nuestros corazones se hayan enlazado de una manera profunda y especial.
No me arrepiento de pasar las noches en vela hablando contigo, conociendo cada parte de ti, y reírnos por las estupideces que podían surgir en nuestra conversación.
No me arrepiento de los momentos vividos, de todos los planes que hacíamos para salir, y cómo siempre disfrutábamos la compañía del otro.
No me arrepiento de los besos, de los abrazos, de las caricias, y de todo el amor que en cada oportunidad nos podíamos expresar.
No me arrepiento de abrirte mi alma, y que pudieras ver esa parte de mí que nadie más ve, aquella parte que lleva mis inseguridades, mis temores, y mis sueños más grandes.
No me arrepiento de haberme enamorado de ti, y de encontrar en ti un gran tesoro, el cual prometí con mi vida cuidar.
Y quizá no fue suficiente porque ahora estamos en caminos diferentes, sin embargo amor mío, de nada me arrepiento.
